lunes, 20 de julio de 2020

EL JARDÍN DEL EDÉN Y EL FALSO DIOS


Creo que lo que Adán y Eva comieron no fue una fruta sino fumaron marihuana o consumieron algún tipo de alucinógeno que les hizo abrir la mente, tal vez existía un ente superior a ellos, quizá una divinidad, que quería que siempre vivieran cegados por la ilusión de un poder superior, y que ese poder superior quería que nunca, que jamás se cuestionara nada de lo creado ni la esencia misma de ese ser, y por eso temía que ellos, que Adán y Eva, jamás consumieran de aquel fruto prohibido.

La biblia no especifica cuál era aquel fruto prohibido (aunque se ha popularizado de que se trataba de una manzana), lo cierto es que sea lo que sea, ese supuesto árbol del bien y el mal cuyo fruto estaba prohibido, se encontraba dentro del paraíso, y si dios no quería que sea consumido, era porque sabía que de hacerlo, Adán y Eva, o sea la humanidad en aquel entonces, iban a tener conciencia de lo que es el Bien y lo que es el Mal, en pocas palabras,  iban a comenzar a cuestionar, lo que supuestamente no debe ser cuestionado.

Yo creo que el único fruto con esa cualidad de romper los límites de la percepción, y revelar y hacer cuestionar la veracidad de cosas establecidas, es un alucinógeno, tal vez una trufa, o la marihuana, psicoactivos que se pueden encontrar de manera natural y que no requieren de complicados procesos para ser consumidos, y que seguramente, dado la biodiversidad con que es descrito el jardín del Edén, es natural y hasta obvio, que también abundaban esas especies, y obvio, que tanto Adán como Eva, no  pudieran evitar tener contacto sea con una u otra fuente de alucinación.

Creo en Dios, pero no creo que el personaje que el génesis llama “dios” y que destierra a Adán y Eva del jardín del Edén era ese Dios creador de todo, sino que tal vez era simplemente un guardián, un custodio, no más humano que Adán y Eva.

Dios, el auténtico Creador, el amante de la verdad, no hubiera permitido que su creación más perfecta, existiera ignorante de los verdaderos conceptos del bien y del mal, que ese supuesto dios del génesis, no quería que entendieran.

Solo cuando uno está bajo los efectos de la marihuana, el LDS, el DMT, los Hongos y trufas (todos ellas presentes de manera natural en el mundo) es capaz de ver al mundo desde una óptica absoluta, sin los prejuicios y los paradigmas con que hemos sido bombardeados desde que tenemos conciencia.

Para mí, el héroe del génesis es la serpiente, la que alienta a Adán y Eva a no ser esclavos de una orden sin sentido, a que sean ellos mismos los que decidan si algo es bueno o malo, a que conozcan y descubran el misterio que se oculta detrás de la “Verdad”.

Luego de tener conciencia lo que significan esas palabras, Adán y Eva descubren que en realidad en aquel supuesto paraíso, no eran libres del todo, eran esclavos de alguien que no quería que su supuesta divinidad fuera puesta a prueba, y la serpiente, era el que quería liberarlos de esa prisión mental.

Tal vez el verdadero Dios, el gran creador y auténtico espíritu de la verdad y la libertad es el que incentivaba a Adán y Eva a romper sus límites perceptivos y ver al mundo como en realidad era, si Dios nos habla a través de su creación, Dios habló a Adán y Eva tomando la forma de una serpiente, y les enseño el camino de la liberación mental, dejar de ser unos atontados ingenuos que acatan lo que les digan de antemano lo bueno y lo malo, ignorando su intuición que es nata de su condición humana.

Aquel supuesto dios, que camina y que no es omnisciente en el Génesis, que debe llamar a gritos a Adán y no saber dónde se encontraba oculta Eva, al ver que fue desobedecido, y al notar que ahora el sería visto como un farsante en cuestión de tiempo, se molestó con Adán y Eva, y los expulsó del Paraíso.

O no había un paraíso de dónde expulsarlos, simplemente, ellos, todo el tiempo creían que vivían en un lugar perfecto, y que luego de haber tenido la más genial experiencia psicodélica, metafóricamente como explica la biblia se les “abrieron los ojos”, al fin fueron conscientes de que el mundo en que Vivian no era perfecto como les habían hecho creer, tal como ocurre actualmente en Corea Del Norte, cuya población, vive sugestionada por el aparato propagandístico del su tiránico gobierno, haciéndoles creer que ellos viven en el paraíso socialista, que son la envida del mundo, y que el resto de países fuera de sus fronteras, vivimos en total retraso, donde nos comemos entre nosotros como caníbales y vivimos en las cavernas… A su población no se les permite ni siquiera tener contacto con ninguna persona en el exterior, pues de hacerlo, les sucedería como les sucedió a Adán y Eva al descubrir que vivían en un total engaño.

Es curiosa la metáfora del Jardín del Edén, algo que tiene concordancia con la otra metáfora de la alegoría de la caverna de Platón, que gira en torno a que a veces hay cosas o elementos que nos impiden ver la realidad tal cual es, pero en el caso del libro del Génesis, se habla que esa liberación de paradigmas, se dio luego que Adán y Eva, consumieran alguna cosa que pudo haber tenido efectos psicoactivos que les hizo cuestionar la realidad.
En concordancia como lo escribió alguna vez William Blake.

“Si las puertas de la percepción fueran depuradas, las cosas se verían para el hombre como en realidad es: Infinito”


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