Las Imágenes dicen más que mil palabras, es verdad,
cuando reviso fotografías que he ido tomando a lo largo del tiempo, me vienen a
la memoria los acontecimientos y circunstancias que hay detrás de cada una de
esas tomas, algunas me recuerdan momentos, me vuelven a contar historias, algunas me
recuerdan a ciertas personas que fueron importantes en mi vida, en muchas de
las fotografías no es necesario que alguien aparezca para saber a quién me
recuerdan. Es curioso lo mucho que pueden contar algunas imágenes
sobre mí recorrido por esta vida. Temo algún día perder mis recuerdos y olvidarme
quién soy o de mi historia, pero si algún día ese acontecimiento trágico sucediera, o
si algún día algún dilema existencial me haga dudar sobre mí mismo, espero que
al mirar esas fotografías, me ayuden a recordar quién soy, y a las cosas que he ido aprendiendo en la vida. En el momento en que tomé cada foto, no me imaginaba que tiempo después, iban a llegar a significar algo para mi, a marcarme. Una instantánea, no solamente congeló una escena, sino también una historia detrás de ella,
Me resulta fascinante la idea, de que en cada una de las
Fotos que mostraré a continuación, soy yo quien se encontraba al otro lado de
la toma, soy aquel que nunca sale en las fotografías pero que al mismo tiempo está presente en todas ellas.
La niña
Anónima: Esta es la primera foto que tomé con mi cámara Reflex, cuando la
compré, fui a un parque en la ciudad de Qullamaba-Cusco, y me senté ahí a
admirar mi nuevo juguete, sus botones, su apariencia, en eso se me acerca esta
niña a ofrecerme Agua de Cebada. Sin preguntarle, como de chiste, le apunte con
la cámara simulando que le iba a tomar una Foto, pensé que la niña se
avergonzaría, pero se quedó ahi, quieta, y cuando vi su aceptación, presioné el
disparador y tuve la primera imagen que saqué con mi Cámara. Naturalmente le
compre una agua de cebada a la niña, que agradeciéndome, se retiró. Nunca supe
su nombre, fue eso hace ya 05 años.
La pelota con la que solía jugar el niño Carlitos de la
quinta donde vivía entonces en aquel lugar de los Andes, con el que aveces
aquel niño, me invitaba a jugar. Yo solamente ahi mientras tomaba el sol,
pateaba la pelota al otro extremo, donde aquel niño la iba a recoger, esa
rutina hacía feliz a aquel niño, una felicidad genuina que yo mismo olvidé,
cuándo fue la última vez que me sentí asi.
Niñas Jugando:Un día en que estaba aburrido, fui con mi
cámara ya cerca al anochecer, a una pequeña cancha deportiva. Estaba ahí, en
mis pensamientos nostálgicos, cuando llegaron tres niñas y se pusieron a jugar,
con tanta naturalidad y con algo tan simple, sobre el pasamanos de concreto,
improvisaron una surruna.
Estrellas: Mi primera fotografía de larga exposición al cielo
Andino. En donde era fácil fotografiar estrellas por que no existía mucha
contaminación lumínica como en las ciudades grandes. Era la ventaja de los
pueblos rurales. Aún estaba aprendiendo a usar la cámara por lo que la toma
salió con mucho ruido, y la exposición muy alta, hizo que se notara un poco los
STARTRAILS. Igual me parece una foto hermosa. A falta de trípode, me valí de
rocas para mantener la posición de mi cámara apuntando al cielo. Ese fue el
resultado.
Tapa de Objetivo: Practicando el enfoque y la apertura del
diafragma, saque esta curiosa foto de la tapa del objetivo de mi cámara.
Amor Eterno: Caminando por las calles de Cusco
junto a una persona que en su momento fue muy importante para mí, íbamos conversando
sobre la durabilidad de las relaciones de hoy, llegamos de casualidad a alcanzar a esta pareja
de ancianos de lento caminar. La escena justo venía a confirmar la idea de los
amores eternos que estábamos debatiendo. Me pareció tan bella, romántica y
nostálgica que no pude evitar Fotografiarlos, para luego mostrarle esa imagen a
la persona que iba a mi lado… Actualmente, siempre que menciono esta fotografía
a la persona que ese día estaba a mi lado cuanto la tomé, niega recordarlo. Sé
que no es así, pues fue memorable aquella tarde.
Mis frutos de la Discordia: Aquella misma tarde, con la misma
persona que me acompañaba, fuimos al Mirador de Qenko, para disfrutar de un
momento agradable, habíamos comprado manzanas (mi fruta favorita) en el mercado para comer en el camino,
y además, había llevado un poco de Yerba para amenizar el momento, quien me
acompañaba se molestó por llevar droga al paseo, pero respetó mi decisión. Armé
el Weed en un cigarrillo, tomé una de las manzanas que había llevado ese día al
paseo para comerlo antes, en un momento dado, se me ocurrió sacarle la foto a
ambas.
Esta composición fue ispirada ya bajo los efectos de Yerba que Había fumado. Se Ve una de las manzanas, con la ciudad de Cusco de Fondo, con una parte de la ciudad cubierta por una gran nube.
Zapatos. En unas ruinas, en un evento de celebrando una fiesta Regional, me sentía cansado y me eché sobre el fresco paso, mientras tenía parado frente a mí, a un Amigo del trabajo, estaba con la cámara buscando ángulos y tomé esta Foto. Los pies anónimos. Aunque yo sé de quién se trata.
Mama: Esta foto me llena de
nostalgia aún hoy en día, me hace recordar los tiempos en que dependíamos
nuestra seguridad a nuestra madre, para luego, de adultos, depender de nosotros
mismos. Quien no ansía tener la seguridad de que todo estaría bien, si junto a
nosotros estaba mamá.
BN: Mi fotografía Favorita.
Retrata mi soledad, cuando en una ciudad que no conocía, me puse a caminar sin
rumbo ni dirección, hasta que me dio la noche, y caí cansado en una banca en algún
lugar. Tomé mi cámara y saque la fotografía de lo que tenía enfrente mio.
TAL vez mañana los poetas pregunten por qué no celebramos la gracia de las muchachas; tal vez mañana los poetas pregunten por qué nuestros poemas eran largas avenidas por donde venía la ardiente cólera.
Yo
respondo:
por todas partes oíamos el llanto,
por todas partes nos sitiaba un muro de olas negras.
¿Iba a ser la Poesía
una solitaria columna de rocío?
Tenía que ser un relámpago perpetuo.
Mientras alguien padezca,
la rosa no podrá ser bella;
mientras alguien mire al pan con envidia,
el trigo no podrá dormir;
mientras llueva sobre el pecho de los mendigos,
mi corazón no sonreirá.
Matad la tristeza, poetas.
Matemos a la tristeza con un palo.
No digáis el romance de los lirios.
Hay cosas más altas
que llorar amores perdidos:
el rumor de un pueblo que despierta
¡es más bello que el rocío!
El metal resplandeciente de su cólera
¡es más bello que la espuma!
Un Hombre Libre
¡es más puro que el diamante!
El poeta libertará al
fuego de su cárcel de ceniza. El poeta encenderá la hoguera donde se queme este mundo sombrío.
Y vi sus ojos algo que ha cambiado, el
brillo ha muerto, y si queda algo, es ya muy débil.
Sus palabras ahora suenan tan vacías, en todo lo que dice está
ausente esa música que me hacía suspirar y doblegar mi alma.
¿Dónde fue a parar el empuje inicial? ¿Se han revertido acaso los
polos de las emociones?
¿Su amor pasó a mi, y mi indiferencia pasó a su
ser?
Que complicado es todo ahora, que triste es ver que una vez muerto un
sentimiento, no puedes volver a reanimarlo, no importa que tanto esfuerzo se
ponga en ello, lo que muerto está, ya no pude renacer.
Es mejor no dejar que un sentimiento se apague, es más
fácil luchar hasta nuestro último aliento defendiendo la llama, a intentar
encenderlo una vez que se ha apagado, no importa cuánto te esfuerces en dar, el
amor no es eterno, si lo descuidas, morirá.
No dejaré que lo que sientes por mi muera. Fui un tonto,
lo sé, pero mientras aun quedé una débil flama en tu corazón, lucharé por ella
hasta que vuelva a arder con la intensidad de mil soles, por que yo... Yo aún
TE AMO.
Y me aventuré en ir tras la leyenda, tras
aquel coloso que intimidaba a hasta a aquellos que se afanaban de ser
experimentados, muchos lo intentaron, pocos lo lograron, pero aun así estoy
aquí, un sobreviviente, alguien que vivió para contarlo, que sobrevivió a Moby
Dick.
Y No, no me estoy refiriendo a la ballena
Blanca, sino a la obra literaria en si, aquella monstruosa obra de la
literatura, imponente tanto como el cachalote que le da su nombre, una obra
compleja, que puede resultar apabullante e incomprensible para quienes se
aventuren en leer aquella obra genial. Y si, aunque pocos sean los que hayan
leído semejante obra, nadie puede negar que se han topado alguna vez con sus vastas e
incontables referencias en la cultura POP,
a mi memoria, vienen capítulos hasta para niños, Los Padrinos Mágicos, Películas
como El lobo de Wall Street, Una canción de mi banda Favorita “Led Zeppelin”
que tiene por nombre Moby Dick, pero sobre todo, la primera vez que me interesó
este libro fue cuando la vi que en la Película MATILDA, el padre de la niña con
poderes mágicos, le recrimina por leer ese libro mientras el resto de la
familia veía televisión, entonces el Padre Furioso, le arrebata el libro y
comienza a arrancarle las páginas, ante la tristeza de Matilda que trataba en
vano de impedirlo argumentando ella que esa obra era hermosa además el libro no
le pertenecía, luego de eso Matilda descubre que tiene poderes mentales, y la
historia de esa película da un giro.
Aun así, en más de una oportunidad que revisé
Rankin de libros, Moby Dick, aparecía generalmente en dos categorías: Por ser
una obra Universal, y por ser una Obra de Difícil Lectura.
Eso hizo que en el año 2017, en una feria del
Libro, me hice con un ejemplar de dicha obra, pero no fue hasta el tiempo libre
que me otorgó la Pandemia del COVID 19, que al fin me adentré a esa aventura
literaria de leer aquel libro que por años estuvo en el anaquel adornando mi pequeña
biblioteca, sin que yo le diera la Oportunidad de leerlo, y es que puede que solo
ver el tamaño físico de la obra, puede desanimar a un lector aficionado.
Aun así, venciendo mi miedo, fui tras la
ballena blanca y le di lectura, y cuando al fin terminé, el único
arrepentimiento que me embargó, es el no haberlo leído mucho antes. Una genialidad
total de un autor, como muchos, solo valorado post mortem.
No se puede comprender esta obra sin entender
la vida de su autor.
Herman Melville, un aventurero, que de joven,
en lugar de ir a la Universidad, decidió emprender y recorrer el mundo enrolándose
en un barco ballenero. En aquella época, la industria de caza de ballenas era
un negocio altamente rentable, en que los balleneros embarcaban en largos
viajes en los que no tocaban tierra en periodos de hasta tres años. Fue así, en esta etapa de su vida, que conoció y se curtió en el oficio sobre el cual años más
tarde plasmaría en su monumental Obra, es de mencionar, que en sus tantos viajes
alrededor de mundo, Melville, llegó a conocer Perú, específicamente la ciudad
de Lima, al cual por cierto varias menciona en el libro.
Melville, ya luego de años de vivir las duras
condiciones de la vida ballenera, decidió al fin, pasar a tener una vida
tranquila y se dedicó a ser escritor, curtido por la vida, y por las largas
horas de introspección que significaba mirar la vastedad del océano hasta donde
la mirada se perdiera, escribió muchas historias algunas de considerable éxito.
Pero llegado a un punto, decidió escribir lo que para él sería su mejor obra,
Moby Dick, basándose en los sucesos que acontecieron en la vida real a una
embarcación ballenera que trágicamente había sido hundido por un cachalote, y
cuya historia conoció Melville, entrevistando a uno de los sobrevivientes. Por
cierto la historia de esa embarcación que sirvió de inspiración para la obra
que hago mención, fue llevada al cine bajo el título de “EN EL CORAZÓN DEL
MAR”, y tanto el poster como en el tráiler de la película se leía: “La historia
que inspiró al mito de Moby Dick”
Moby Dick es una de las pocas obras, que fue
concebido por su autor con la intención de ser una obra maestra y que logró ese
objetivo, aunque no fue valorado en su época, hoy tiene el privilegio de ser
considerado como un Clásico de la Literatura Universal.
Lamentablemente para su autor, la obra
recibió duras críticas literarias que hicieron caer a su autor en una depresión
profunda, producto del desprestigio posterior que recibió, y no volvió a
escribir una obra de tal magnitud, y para sobrevivir tuvo que dedicarse el
resto de su vida, a labores diferentes a la literatura para poder sobrevivir y
poder pagar sus deudas. Melville, es los trágicos autores que no lograron en
vida de su grandeza, tal como también ocurrió con otros grandes como Cervantes
o Vallejo.
Pues la Obra en si, puede ser interpretada de
diferentes maneras, más que una novela de aventuras, es una metáfora a la
obsesiva, enfermiza y autodestructiva persecución de los ideales, de eterna
lucha del bien contra el mal, la búsqueda de Dios, o la eterna lucha del hombre
contra la naturaleza, visto todo desde la perspectiva de un barco ballenero que
va tras un raro espécimen y temido, cuya búsqueda, al igual que la persecución
de los seres humanos de ideales demasiado imposibles, terminan en total
tragedia.
Según el relato El capitán Ahab, comandaba un
barco ballenero, cuando se cruza con un extraño ejemplar de cachalote albino,
de una blancura como la nieve, cuyo cuerpo estaba repleto de arpones
incrustados en su piel de los multiples y fallidos intentos de darle caza, y al
que los balleneros llaman Moby Dick. El campitan Ahab trata de cazarlo, pero la
ballena, que era de unas dimensiones extraordinarias y que se decía poseía
además una audacia e inteligencia casi humana, poco común en su especie, en su intento
de defenderse, lucha contra los balleneros y destruye sus botes, y en ese
enfrentamiento amputa una pierna al capitán Ahab, quien sobrevive, pero que
desde ese momento siente un odio visceral y casi enfermizo a Moby Dick, por
haberle condenado de por vida, a tener que llevar una pata de marfil en su
cercenada pierna, el mismo que al caminar, hacía un ruido característico cuando
la pata de palo, golpeaba sobre la cubierta del barco, desde entonces Ahab
busca tomar venganza, en su retorcida mente, se concibe a si mismo como
instrumento del Bien, y como agente del bien, cree que es su deber moral,
acabar con ese mal encarnado en el leviatán Blanco que ronda los mares
hundiendo barcos y asesinando hombres.
La historia es narrada en primera persona por
el tripulante Ismael, pero ocurre algo a lo largo de la historia que es uno de
los defectos del libro, y es que si bien la obra está narrado en primera
persona, el narrador llega a convertirse en ciertos momentos en un narrador que
todo lo sabe y que todo lo ve, que puede hasta estar presente en diálogos en
donde el tripulante Ismael nunca está presente, o que narra sucesos que ocurren
en barcazas en donde el narrador es imposible que esté, además de mostrar los
soliloquios de los personajes sus acciones y pensamientos que estos tienen en
solitario mientras el resto de la tripulación duerme. Hay una alternancia entre
narrador en primera persona y un narrador omnisciente. Este es quizás uno de
los defectos por el que duramente los críticos le han atacado a Melvine. Tal
parece que la monumental de esta obra, apapulló a su mismo autor, que se perdió
en la grandeza de su propia obra al punto de no darse cuenta de este error, si
es que fue un error. O tal vez, trató de retratar esa alternancia que a menudo ocurre
en el mundo, cuando nosotros presenciamos los hechos, y en nuestra mente
solemos acomodar los sucesos para darle algún tipo de sentido, inventamos
diálogos que pudieron haber dicho tales o cuales personas a las que nunca les
escuchamos decir tal cosa, todo con tal de que concuerde con la narrativa que
nosotros queremos creer.
Además, otro punto en contra del que se valen
los que critican este libro justificando el que sea insufrible y muy difícil de
leer, es debido a lo que muchos consideran, un excesivo relleno. Si, el libro
es monumentalmente extenso, las ediciones promedio rondan por las 600 páginas,
y si bien sus principales detractores argumentan que el libro pudo contarse en
muchas menos páginas, obviando muchos capítulos que tratan sobre la cetología o
(clasificación científica de las ballenas), que si bien dichos capítulos no
aportan nada a la trama (y que bien el libro podría haber prescindido de
ellos), ayudan a entrar en el contexto sobre cómo era percibido la caza de
ballenas en la época, además, detalla en muchos capítulos, cuál era la rutina de
procesar una ballena capturada, desde la manera de cortarlo y procesarlo para
finalmente obtener el tan valioso aceite que era el principal producto de la
actividad ballenera. Como dije, si bien estos capítulos no suman en nada a la
trama de la historia, puede enriquecer para entender lo dura que era la vida en
un barco como el Poquod, aunque bien no puedo dejar de dar un poco de razón a
quienes pueden llegar a odiar el libro por estos innecesarios detalles sobre la
historia.
Aun así, eso no le quita ningún mérito a la
obra, pues si bien este aspecto tiene muchos detractores, hay quienes aplauden
dicha precisión por su carácter científico e informador para quienes como yo,
no entendían previo a leer esta obra, la diferencia entre ballenas, cachalotes,
yurbatas, o la ballena jorobada.
Hay así mismo, capítulos que son muy
memorables en la Obra y los mismos que son suficientemente geniales para
apabullar a los defectos del mismo antes mencionados.
Hay capítulos del libro que ensalza amistad
sin prejuicios entre nuestro protagonista y un temible africano al que todos
temen por su fama de caníbal, y sobre el que Melville escribe una de las frases
más bellas que encontré en el libro:
Qué elásticos se vuelven
nuestros rígidos prejuicios una vez que el amor viene a doblegarlos.
Con esa frase Melville nos anuncia cómo
podríamos eliminar los odios que son vigentes en nuestra sociedad: Racismo,
Homofobia, Clasicismo y Xenofobia. Los seres humanos podemos odiar a quien no
conocemos cegados por prejuicios, pero una vez que empezamos a congeniar con
ese alguien, y conocemos sus miedos, sus temores, inseguridades y sus sueños,
vamos descubriendo que en el fondo no son diferentes a nosotros, y que adentrándonos en las profundidades de su alma,
la empatía emerge, y podemos entonces amar, y ese amor siendo una fuerza poderosa,
hace que la barrera del prejuicio se derrumbe, y se pueda apreciar al ser
humano que teníamos en frente, en todo el esplendor de su belleza interna.
El
mástil
También me gustó la parte en que describe cuando
al protagonista le enviaban al mástil más alto para servir de vigía ante la
presencia de las ballenas en la lejanía y dar aviso a la tripulación para su
persecución, el autor relata que esos momentos de total soledad, de silencio y
que teniendo a la vista hasta donde la mirada le permitía ver el azul del mal y
el celeste cielo, le permitían entrar en un estado de calma y paz, donde
simplemente dejaba volar sus pensamientos y comenzaba a entrar en sublimes
estados de introspección, tal que descuidaba su labor de vigilar o avistar en
la lejanía a las ballenas, para cuya tarea se le había enviado a ese puesto de
altura, y en cambio sentía a su mente volar por los confines del universo.
Alguna vez, en ciertos viajes que hizo, me sentí igual, cuando en momentos de
calma, al observar la lejanía de bellos paisajes, sentía una especie de
desconexión con la realidad, y a mi mente afloraban infinidad de pensamientos,
y me ponía casi en modo Socrático, analizando y filosofando sobre cuestiones de
la vida o hasta casi existencialistas, tal que perdía la noción del tiempo y el
espacio, mi mente parecía volar al contemplar los vastos parajes en total silencio
y tranquilidad, sentía que la naturaleza se sincronizaba conmigo, y volaba con
mi mente sobre ella.
Es la parte de la lectura, cuando sentí lo
que el autor de Moby Dick quería decir, sentí por esas descripciones lo mismo que
sentía el personaje, recordando en parte, mis propias experiencias en
situaciones similares, que me resultaron muy geniales y a la vez fascinantes.
Debió ser genial, ser un joven ballenero, sin ninguna preocupación por la vida,
en lo alto de un mástil, lejos del ajetreo de la vida en cubierta, en total
silencio y calma, con el balanceo del barco, y teniendo a la vista el infinito horizonte
hasta donde la mirada se puede abarcar, me pregunto, si hubiera estado en esa
situación, a que revelaciones podría haber llegado, es algo que me pareció súper
genial, y fue la parte del libro que más disfruté leer.
Lima
Otro de mis partes favoritas de la novela, es
los que son dedicados a la ciudad de Lima, que por cierto Melville llegó a
conocer en la vida real, hay unos cuantos capítulos en los que el autor
(saliéndose del Narrador Ismael), relata a un grupo de personas en un hotel en algún
lugar de Lima, historias sobre navíos, mientras iba tomándose nuestra rica Chicha.
Pero quizás sin dudas, la parte que a mí más
me fascinó de este libro, fue la percepción que tiene Melville de la ciudad de
Lima, una percepción con la que yo me sentí identificado:
¿No es el recuerdo de sus
terremotos demoledores de catedrales, ni la estampida de sus frenéticos mares;
ausencia de lágrimas en áridos cielos, que jamás llueven; ni la visión del
ancho campo donde se alzan botareles inclinados, yacentes piedras sillares y
cruces terciadas (como un astillero de tumbadas flotas ancladas), ni sus
avenidas suburbanas con paredes que se apoyan las unas contra las otras como
revueltos mazos de naipes, lo que hace que Lima, la sin lágrimas, sea la más
extraña y triste ciudad que usted pueda ver? Ello se debe a que Lima ha tomado
el velo blanco, y existe el más alto honor en esa blancura que define su
tribulación. Vieja como Pizarro, esta blancura mantiene siempre nuevas sus
ruinas, no admite el jovial verdor de su decaimiento; extiende sobre sus rotos
terraplenes el rígido palor de una apoplejía que fija sus propias distorsiones.
Lima la sin Lágrimas, envuelta en un halo de tristeza.
Bien es cierto que cuando se refiere al velo
blanco, coloquialmente los limeños suelen referirse a eso como “PANZA DE BURRO”
o “LIMA GRIS” y hace referencia a las nubosidades que cubren el firmamento
durante la mayor parte del año, que priva a sus habitantes de la relajante
contemplación de un celeste cielo que puede sosegar a veces un corazón
angustiado, y que no es casualidad que en los meses de verano, que es cuando el
cielo luce más despejado de esas neblinas, los habitantes de esa ciudad lucen
más animosas que el resto del año, es cuando pueden apreciar el esplendor de un
cielo azul en toda su belleza. En los consiguientes meses, cuando por momentos
el cielo se despeja y se puede ver en pleno día aquel celeste hermoso, muchos
caminan, sin darse cuenta, con más alegría y ánimo que en uno donde el cielo se
encuentre nublado. Lima para casi todo el año envuelto en un halo de tristeza, que impregna de nostalgia a la vida de quienes caminan y habitan sobre sus calles.
Además, el habitante promedio de Lima, poco
conoce lo reconfortante y liberador que puede ser sentir a la lluvia caer fuera
de nuestras casas, el sentir la nostalgia que un paisaje de gotas de agua
limpiando el aire, y golpeando techos, calaminas, hojas de árboles puede a la
vez ser una armonía sinfónica de la naturaleza, que a uno le llega a limpiar
por dentro al ver al agua limpiarlo todo, y solo los que hemos observado a la
lluvia caer a través nuestra ventana, sabemos que puede ser casi un sentimiento
de catarsis, cuando luego de la lluvia, nuevamente vuelve a salir el sol, y con
ello nuestro ánimo renovado vuelve a reconfortarnos con una alegría indescriptible,
como si las gotas de agua caídas del cielo hubieran limpiado también nuestra
alma; al no llover en esta la ciudad de Lima, se les priva a sus habitantes el
poder mirar al campo y ver como éstos ríen mientras el cielo llora, el
placentero olor de la tierra mojada por una fresca lluvia que como una droga,
nos llena de una innata felicidad y sensación genuina de bienestar, que aplaca
o mitiga cualquier sentimiento negativo que nos pueda embargar en el momento
mismo.
En Lima, la sin lágrimas, por su propia
naturaleza que priva a sus habitantes de esa purificación que el cielo suele
mandar en otros lugares del mundo, hace que en esta ciudad, se respire una
cierta sensación de nostalgia perpetua, como si todos sus habitantes jamás
hubieran pasado por esa catarsis de liberar en unas pocas horas su nostalgia
con la música de una tarde o mañana lluviosa, aquella que relaja escuchar las
gotas golpear con un agradable eco cada superficie alrededor nuestro. Melville,
que provenía de una zona donde llovía, y que conocía muchas ciudades donde
tenían ese privilegio, lo sabía, es por ello, que aparentemente el tiempo en
que estuvo aquí, pudo ver al alzar la mirada, aquel color blanquecino que
caracterizaría al Moby Dick de su novela, asociando el color blanco inmaculado
con los temores más antiguos y místicos del ser humano, el blanco que solemos
atribuir a la vestimenta de los fantasmas que solemos asociar a la muerte, o al
blanco que ve una persona que perdido en un nevado, asocia a ese color a los
últimos momentos de la vida que le queda. Es además aquella característica de
esta ciudad, su falta de precipitación pluvial, el que hace que sus parajes
sean escasos del color verde que también reconforta la mirada de un observador
que dirige su mirada a la lejanía, y que en esta ciudad, anclada en un
desierto, está privada de extensos campos verdes del que gozan muchas otras
ciudades capitales del mundo.
Es también otra parte del libro donde hace
referencia a esta ciudad llamándola:
Lima la corrompida que, por cierto, viene a
confirmar su aseveración: Más iglesias abiertas día y noche que salas de juego,
y sin embargo… Lima la Corrompida
No es necesario viajar… Todo el mundo es Lima…
Yo había pensado hasta el momento, que sus templadas comarcas del norte las
gentes deberían ser serenas y santas como las colinas.
Otro de mis capítulos favoritos es cuando el
capitán Ahab, trata de arrastrar a la tripulación a su venganza personal.
Siendo la principal actividad del barco ballenero la caza de ballenas para la
extracción de su grasa, el capitán Ahab, quiere reclutar y usar a los miembros
de la tripulación para conseguir su venganza personal. Uno de sus oficiales le
increpa, diciéndole que si bien la misión de todos es la caza de ballenas, no
pueden permitirse ir tras una ballena específica solo para cumplir la venganza
de un solo hombre. El capitán entonces, saca entonces provecho de la codicia de
los marineros, Toma un Doblón (moneda) de oro, y promete que aquel marinero que
avistase a la ballena blanca, sería el dueño de ese doblón.
Pues eh aquí el mensaje oculto de la obra
Moby Dick, muy a parte de las múltiples interpretaciones existencialistas que
se le ha dado, bien el libro representa metafóricamente a la humanidad.
El Barco sobre el que navegan los balleneros
es el mundo sobre el que los seres humanos existimos, El capitán Ahab,
representa a los idealistas fanáticos, políticos y aventureros que viven
obsesionados por alcanzar un ideal o glorias personales, el ideal vendría está
representado por Moby Dick, algo intimidante, poderoso, escurridizo; representa
Moby dick aquello que algunos van persiguiendo a lo largo de sus vidas, la
gloria, el poder, el reconocimiento, riquezas, pero así mismo, Ahab, y los
líderes políticos, saben que ellos solos son incapaces de ir tras ese ideal que
obsesivamente ansían alcanzar, es cuando reclutan a sus seguidores, que en el
libro están representados por el resto de la Tripulación, son el pueblo en
general, los seguidores que Ahab logra convencer para su arriesgada misión,
pero dado que Ahab no puede hacer que su Odio personal también motive al resto
de su tripulación, y como no puede hacer que cada miembro de la tripulación
odie como él visceralmente al Leviatán Albino, los motiva ofreciéndoles
riquezas representados por el Doblón, con la promesa de una gratificación
material en caso ayuden a lograr su ansiada meta, de manera que sus seguidores,
motivados ahora por su avaricia, y las debilidad humana por la consecución de
riquezas, entonces el capitán logra reclutar a su tripulación, para que se le
sumen en la consecución de su venganza personal, que nada tiene que ver con la
actividad principal para lo que en primer lugar se embarcaron en el barco
ballenero.
En el transcurso del relato, el capitán Ahab
va encontrándose con múltiples capitanes de navíos, a quienes la primera
pregunta que les hace es si vieron a la Ballena Blanca, algunos le contestan no
haber escuchado de ella, otros le cuentan sus leyendas de inmortal, y hasta que
se cruza con un capitán a quien Moby Dick, le mutiló al Igual que Ahab, una
parte de su cuerpo, en su caso, su brazo, pero a diferencia de Ahab, este, más
sensato, aceptó su mutilación como un tributo al destino por una segunda
oportunidad que le dio el seguir vivo, habiendo sobrevivido al encuentro con
Moby Dick, y por ello, no buscaba ninguna venganza personal contra el
cachalote, sino que en lo posible solo se dedicaría modestamente a la caza de
ballenas sin ninguna obsesión en particular. Ahab trató, de unir fuerzas con
ese capitán, para juntos tomar venganza contra el cachalote, pero la obsesión
de venganza, solo estaba en el demente Ahab, nadie más que él se había
propuesto a darle caza a Moby Dick como logro personal. Este contraste de
capitanes que estuvieron expuestos a las mismas circunstancias trágicas, ambos
se enfrentaron a Moby Dick, a ambos Moby Dick les cercenó una extremidad pero
les perdonó la vida, uno aceptó su destino y pudo continuar con ella, el otro
se obsesionó en su venganza; uno vivió tranquilamente valorando y apreciando la
segunda oportunidad que le dio la vida, el otro vivía atormentado por su odio y
sed de venganza, que posteriormente acabaría consumiéndolo y a toda su
tripulación.
A veces en nuestra vida nos encontramos con
personas que guiados por la razón, nos advierten del despropósito de nuestra
obsesión, pero que cegados, les hacemos de lado, argumentando tercamente que no
nos entienden. Cuántas personas van tras un mal amor que los va destruyendo y
consumiendo por dentro, y cuántas personas le aconsejan que renuncie a ello,
pero cegados por su obsesión, hacen oídos sordos, y se enfrascan en esa trágica
aventura que no le aporta la serenidad que se merecen.
Obviamente, la aventura termina mal, desde el
primer enfrentamiento queda claro que Moby Dick supera en todo aspecto a los
tripulantes del Barco Ballenero, claramente caen en cuenta que posee una
inteligencia y una malicia casi al nivel humano, su comportamiento y las
acciones de Moby Dick, hacen suponer a los balleneros que lidian contra un ser
de la naturaleza con una conciencia propia, y con alguna similitud al pensamiento
humano, dan una terrible batalla contra el monstruo, pero Moby Dick escapa,
matando a algunos en el intento. Podrían haberse dado por vencidos, pero la
negativa de Ahan, hace que en tres días de intensa lucha, Moby Dick, el
leviatán Blanco, termina acabando con la vida de todos, hundiendo el barco, y
dejando como único sobreviviente a Ismael que vive para contarlo. La trágica historia
llega así a su fin, acabando con la ruina de todos y llevándolos a perecer por
la locura y la obsesión de un solo hombre.
Partiendo de ellos, la novela tiene una
interpretación mucho más profunda.
Se me viene a la mente, todos los gobiernos
Totalitarios del siglo siguiente al que fue escrito la novela, es decir el
Siglo XX, el paralelismo que más fascinante hallo, es en el Tercer Reich
Alemán, más comúnmente conocido como la Alemania Nazi.
Hitler, al igual que Ahab, tenía en sí mismo
una ansia de poder y gloria personal, pero viendo que necesita a muchos para
llevar a cabo su fanático idealismo, promete a su pueblo la gloria y una
supremacía mundial de una nación que les brindará riqueza y prosperidad, como
Ahab con el Doblón. De ese modo su pueblo, decide ciegamente seguir a su líder
en su locura, pero al hacerlo, Hitler arrastró a su pueblo a la ruina, pues al
perseguir a su “Moby Dick” o la dominación mundial, el mundo se le vino en
contra y lo terminó destruyendo, acabó no solo con Hitler, sino con todos
aquellos que le siguieron en la búsqueda de su obsesivo ideal.
A fin de cuentas, además, se puede hallar en
la historia muchos casos similares, donde líderes trataron de seguir un ideal,
(Comunismo), y que al hacerlo, acabó llevando a la desgracia y a muchos
crímenes a todos aquellos que apoyaron a su líder en un primer momento.
El hombre contra la naturaleza, es una
metáfora poética, de cómo los seres humanos por más obsesivos que podamos llegar
a desear algo, al final, no estamos a la altura de poder vencer a la
naturaleza, muchas veces somos vencidos por aquello que tanto perseguimos.
A veces, nosotros mismos queremos conseguir
algo, pero no somos conscientes que hay ideales u objetivos que para seguir
tras ellos, estamos potencialmente lastimando a muchas personas, hay cosas a
las que tenemos que considerar simplemente inalcanzables, ya que si nos
obsesionamos en seguirlas tercamente, podemos terminar autodestruyéndonos a
nosotros mismos, y tal vez a las personas que amamos, y a las que juramos nunca
lastimar.
Quién en su vida no tuvo un Moby Dick, algún
tipo de ideal, un amor al que quisimos llegar, y que obsesionados por
alcanzarlo, dejamos de lado el sentido común de las cosas, dejamos de tomar en
cuenta hasta nuestra propio bienestar con tal de alcanzar lo que parecía a toda
costa alejarse de nosotros, y cuando lo alcanzamos, fuimos destruidos por ese
mal amor, que nos hizo sucumbir y que era sin darnos cuenta era autodestructivo,
que bien no solo nos termina destruyendo, sino a los que nos rodean, amigos y
personas que en verdad nunca debimos dejar atrás, esta novela es una bella
metáfora sobre como el seguir con ciega obsesión lo que a toda costa debe
seguir su curso, puede terminar acabando con nosotros mismos, y a la vez
destruyendo la vida de otras personas.
A veces también estamos del lado de los
seguidores que apoyamos a un fanático, que nos utiliza para conseguir sus
propios fines, para quien no les importamos en lo absoluto, y más bien nos ve
como una pieza más en su rompecabezas para alcanzar su ideal y sus ambiciones,
muchas veces al no lograr alcanzar ese ideal que perseguía, se termina
hundiendo y con él, arrastrando a quienes creían en él.
Tal como muchas empresas Multinivel que
vendieron el sueño de una riqueza a jóvenes ingenuos, haciendo que estos
ofrecieran productos alimenticios de baja calidad (ejem FUXION), y pedían a
cambio una inyección de capital a sus empresas, y cuando seguir al modelo de
negocio fallido fracasó, todos aquellos que ilusionados iban tras ese sueño,
quedaron decepcionados, pues estuvieron siguiendo a un ideal, que no era suyo,
era el ideal de otra persona, que los usaba para enriquecerse a sí mismo.
Bien podría aplicar lo mismo a los partidos
políticos que reclutan a los ciudadanos ofreciéndoles un gobierno ideal a
cambio de su adhesión y lealtad, pero que muchas veces, al no pueden alcanzar
el ansiado poder, su propio leviatán blanco, terminan sucumbiendo por él. La
trágica historia del hombre contra el mundo.
Herman Melville
No hay duda que este libro, tiene mucho
material para un extenso análisis y debate académico y múltiples
interpretaciones, no es esperar menos de obra tan monumental. A mi en
particular, me dejó muy marcado en lo personal y cualquiera que lo haya leído y
entendido puede concordar conmigo, la historia de Moby Dick, fue también una
metáfora a la vida de su propio autor, él quería alcanzar la grandeza
escribiéndola, siguiendo a su propio Moby Dick, pero aunque lo terminó
alcanzando, fue víctima de su monumental obra, al final en vida, no pudo
alcanzar la grandeza que tanto perseguía, pues la grandeza que buscaba no estaba
reservada para su época. El libro fue un gran fracaso comercial, dejó a su
autor endeudado por las pésimas ventas, obligó a Melville a dejar de vivir en
la literatura, trabajando en puestos burocráticos para tener que sobrevivir y
solventar sus deudas, sin imaginarse lo grande que sería su obra en los años
venideros a su muerte, tuvo que morir en el olvido, para que esta obra
emergiera y se convierta en una de las más grandes obras de literatura, Melville
cumplió al fin de cuentas con su objetivo, se propuso escribir una obra maestra
y lo consiguió.
Según Mario Vargas Llosa, la enseñanza más importante
que Moby Dick es que aceptar nuestra
suerte con estoicismo y sin grandilocuencia es la única manera de sobrellevar
con dignidad las adversidades inevitables a que está expuesta la existencia
humana.
Atenuado con ideas dilucidadas avanza un viejo
anarquista frustrado al ver que todo sigue igual, camina sobre el mundo que el
no pudo jamás incendiar, se reúne con antiguos camaradas todos aquellos que
sobrevivieron al tiempo, aquellos ex anarquistas ahora conforman un grupo
peculiar y heterogéneo, burgueses, mendigos, campesinos, soñadores… todos
ellos, idealistas de jóvenes, adaptados unos, renegados otros, planean dar un
legado al mundo, la idea solamente dormitaba en ellos, nunca morir puede su
anarquismo y amor hacia la libertad. Tienen frente a si a la muerte y ya no
tienen nada más que perder. Para ellos la única libertad que les queda es
esperar en esta sucia realidad a la muerte.
Quieren destruir un símbolo que los oprimía, el
monumento que fue erigido hacia aquel presidente que duramente los había
reprimido en sus épocas de fervor idealista, golpes de su guardia en las
protestas, chorros de agua fría, persecuciones y apaleamientos habían sufrido
por defender su ideal que ahora posee sus envejecidos cuerpos, aquel presidente
ya murió, sus restos tal vez ya sean polvo, pero ese monumento aún sigue en
pie, qué hacer, sus fuerzas son débiles, ninguno trae pintura para los grafitis, son señores de
avanzada edad, cualquiera que pase por allí, pensaría que un grupo de ancianos veteranos
están contemplando con veneración la estatua de un presidente, desconociendo
que lo único que guardan en sus corazones es la aversión al leer el nombre de
ese infame cuyas fuerzas de seguridad, les hizo sentir en carne propia el dolor
de la represión.
¿Bombas?, ni hablar, en su juventud tal vez hayan
sido tan osados y amantes del caos, ahora en el cenit de su vida, no tolerarían
hacer aquello, menos aun los que son hombres de bien y respetados por la
sociedad, mientras que aquellos que fueron arrastrados a la mendicidad, no les importaría
ya caer más bajo, pero aún así, ni los ricos estaban dispuestos a arriesgarse
por conseguir las bombas, ni los mendigos reaccionarios tenían los medios para conseguirlas,
pero aun así, había un gesto de rechazo al monumento de aquel expresidente
opresor: todos, al mismo tiempo, soltaron sus orines al pie de la estatua, y
con un gesto de satisfacción, consideraron resarcida la vejación sufrida.
Creo que lo que Adán
y Eva comieron no fue una fruta sino fumaron marihuana o consumieron algún tipo de alucinógeno que les hizo abrir la mente, tal vez existía un ente
superior a ellos, quizá una divinidad, que quería que siempre vivieran cegados
por la ilusión de un poder superior, y que ese poder superior quería que nunca,
que jamás se cuestionara nada de lo creado ni la esencia misma de ese ser, y
por eso temía que ellos, que Adán y Eva, jamás consumieran de aquel fruto
prohibido.
La biblia no
especifica cuál era aquel fruto prohibido (aunque se ha popularizado de que se
trataba de una manzana), lo cierto es que sea lo que sea, ese supuesto árbol
del bien y el mal cuyo fruto estaba prohibido, se encontraba dentro del
paraíso, y si dios no quería que sea consumido, era porque sabía que de
hacerlo, Adán y Eva, o sea la humanidad en aquel entonces, iban a tener
conciencia de lo que es el Bien y lo que es el Mal, en pocas palabras, iban a comenzar a cuestionar, lo que
supuestamente no debe ser cuestionado.
Yo creo que el único
fruto con esa cualidad de romper los límites de la percepción, y revelar y
hacer cuestionar la veracidad de cosas establecidas, es un alucinógeno, tal vez
una trufa, o la marihuana, psicoactivos que se pueden encontrar de manera
natural y que no requieren de complicados procesos para ser consumidos, y que
seguramente, dado la biodiversidad con que es descrito el jardín del Edén, es
natural y hasta obvio, que también abundaban esas especies, y obvio, que tanto Adán
como Eva, nopudieran evitar tener
contacto sea con una u otra fuente de alucinación.
Creo en Dios,
pero no creo que el personaje que el génesis llama “dios” y que destierra a Adán
y Eva del jardín del Edén era ese Dios creador de todo, sino que tal vez era
simplemente un guardián, un custodio, no más humano que Adán y Eva.
Dios, el auténtico
Creador, el amante de la verdad, no hubiera permitido que su creación más
perfecta, existiera ignorante de los verdaderos conceptos del bien y del mal,
que ese supuesto dios del génesis, no quería que entendieran.
Solo cuando uno
está bajo los efectos de la marihuana, el LDS, el DMT, los Hongos y trufas (todos
ellas presentes de manera natural en el mundo) es capaz de ver al mundo desde
una óptica absoluta, sin los prejuicios y los paradigmas con que hemos sido
bombardeados desde que tenemos conciencia.
Para mí, el
héroe del génesis es la serpiente, la que alienta a Adán y Eva a no ser
esclavos de una orden sin sentido, a que sean ellos mismos los que decidan si
algo es bueno o malo, a que conozcan y descubran el misterio que se oculta detrás
de la “Verdad”.
Luego de tener
conciencia lo que significan esas palabras, Adán y Eva descubren que en realidad
en aquel supuesto paraíso, no eran libres del todo, eran esclavos de alguien
que no quería que su supuesta divinidad fuera puesta a prueba, y la serpiente,
era el que quería liberarlos de esa prisión mental.
Tal vez el
verdadero Dios, el gran creador y auténtico espíritu de la verdad y la libertad
es el que incentivaba a Adán y Eva a romper sus límites perceptivos y ver al
mundo como en realidad era, si Dios nos habla a través de su creación, Dios
habló a Adán y Eva tomando la forma de una serpiente, y les enseño el camino de
la liberación mental, dejar de ser unos atontados ingenuos que acatan lo que
les digan de antemano lo bueno y lo malo, ignorando su intuición que es nata de
su condición humana.
Aquel supuesto
dios, que camina y que no es omnisciente en el Génesis, que debe llamar a
gritos a Adán y no saber dónde se encontraba oculta Eva, al ver que fue
desobedecido, y al notar que ahora el sería visto como un farsante en cuestión
de tiempo, se molestó con Adán y Eva, y los expulsó del Paraíso.
O no había un
paraíso de dónde expulsarlos, simplemente, ellos, todo el tiempo creían que
vivían en un lugar perfecto, y que luego de haber tenido la más genial
experiencia psicodélica, metafóricamente como explica la biblia se les “abrieron
los ojos”, al fin fueron conscientes de que el mundo en que Vivian no era
perfecto como les habían hecho creer, tal como ocurre actualmente en Corea Del
Norte, cuya población, vive sugestionada por el aparato propagandístico del su tiránico
gobierno, haciéndoles creer que ellos viven en el paraíso socialista, que son
la envida del mundo, y que el resto de países fuera de sus fronteras, vivimos
en total retraso, donde nos comemos entre nosotros como caníbales y vivimos en
las cavernas… A su población no se les permite ni siquiera tener contacto con
ninguna persona en el exterior, pues de hacerlo, les sucedería como les sucedió
a Adán y Eva al descubrir que vivían en un total engaño.
Es curiosa la
metáfora del Jardín del Edén, algo que tiene concordancia con la otra metáfora
de la alegoría de la caverna de Platón, que gira en torno a que a veces hay
cosas o elementos que nos impiden ver la realidad tal cual es, pero en el caso
del libro del Génesis, se habla que esa liberación de paradigmas, se dio luego
que Adán y Eva, consumieran alguna cosa que pudo haber tenido efectos
psicoactivos que les hizo cuestionar la realidad.
En concordancia
como lo escribió alguna vez William Blake.
“Si las puertas
de la percepción fueran depuradas, las cosas se verían para el hombre como en
realidad es: Infinito”
Caminando, por las
calles deshabitadas de la ciudad, me llamó la atención un hecho curioso de un
niño que estaba en el parque que le decía a su mamá:
-Mami, mami, mira el cielo la nube me está saludando
De pequeño me gustaba
pegar mis oídos al suelo y escuchar cosas extrañas, recuerdo que trataba de
interpretar los leves y misteriosos sonidos que desde el fondo de la tierra
creía provenían. Soy sincero al admitir que estaba seguro que escuchaba sonidos
extraños, ahora tal vez podría indagar que podrían haberse tratado de vibraciones
de pisadas de las personas que estaban a mucha distancia, después de todo, las
serpientes si bien son sordas, son capaces de percibir las vibraciones del
suelo a través de la superficie de su cuerpo que tiene contacto con el suelo y
es transmitida mediante los huesos de las mandíbulas, de manera que pueden
saber si alguien se acerca, sintiendo las pisadas de animales o personas.
Me habían dicho,
repetido, adoctrinado, sugestionado, dogmatizado, de que el infierno estaba
abajo, donde las almas se consumían por siempre, el lugar para las personas
malas (y los niños que se portaban mal) un lugar destinado para los pecadores,
yo también llegué a convencerme de eso, total, es muy fácil meterle ideas
fantasiosas a los niños, y yo con la idea concebida de que el infierno estaba
allá abajo, me imaginaba que esos sonidos que escuchaba, eran de los demonios
atormentando a las desgraciadas almas malvadas, y eso me llenaba de temor y aumentaba
mi curiosidad, eso me hacía querer escuchar más.
Mientras lo hacía
recordaba la imagen de un cuadro antiguo que tenía mi abuelo, en ella se veía
la escena de las personas siendo arrojadas al infierno, caían de cabeza hacia
un foso y al final eran recibidos por seres tenebrosos con cuernos y cola, eran
los demonios, y el artista había plasmado el rostro de sufrimiento y congoja de
los condenados. Esa escena del cuadro, me había, creo sugestionado de pequeño,
para imaginarme que escuchaba los alaridos de las almas condenadas que eran
castigadas en el infierno.
Mi madre al verme así,
en posición tan extraña con una oreja pegada al suelo, me preguntaba qué es lo
que hacía. Yo la invitaba a que escuchara junto a mí.
- Mami, mami, ven escucha, ven escucha el suelo, hay
algo allá abajo.
Por supuesto ella
nunca lo hizo, quizá porque no creía en su imaginación o porque no quería hacer
el ridículo, pero lo más seguro es que tenía la certeza que yo no podía estar
escuchando algo real, total, el sentido común de los adultos dice que bajo la
superficie solo hay roca pero lo que yo escuchaba parecían ser voces, aullidos,
gemidos y lamentos... No miento, recuerdo que yo estaba convencido, quizás mi
imaginación entonces era tan grande, que mi inquieta mente hacía real los
sonidos, solo sonidos que generaba mi imaginaria mente ante la sugestión de mis
propios pensamientos, pero no miento que eso escuchaba.
¿Qué tanta razón
tenía yo?, hace mucho tiempo tuve una epifanía, en plena observación, soledad,
y encuentro conmigo mismo, sobre las estepas andinas observando el desarrollo
de una tormenta, me pregunté si tal vez la naturaleza a través de eventos
extraordinarios, trata de decirnos algo, si es que trata de comunicarse con
nosotros, pero nosotros no sabemos cómo descifrar el mensaje que nos da, en que
tal vez la naturaleza y el universo, a través de sucesos fuera de la
comprensión racional, trata de enviarnos algún mensaje, que la naturaleza constantemente
nos está hablando, pero el género humano ya no escucha. Viendo el estudio que
los hombres de la antigüedad le han dado a los elementos de la naturaleza, me
doy cuenta que otros hombres antes que yo han tenido la misma revelación. Los
astrólogos se dedicaban a descifrar el misterio de los astros celestes, los
adivinos griegos, a interpretar augurios propios de la naturaleza, los andinos
buscaban respuestas en las hojas de coca, los babilonios en las vísceras y entrañas
de animales, otros trataban de buscar respuestas mirando el firmamento,
esperando la respuesta de alguien divino.
Visto esto, se
vislumbra que hay un patrón, de que los hombres antiguos buscaban respuestas en
elementos de la naturaleza, porque tal vez sabían o descubrieron algo que yo de
niño conocí, y que hace poco deduje.
¿Acaso de niño estaba
escuchando la voz del planeta tierra?, ¿me estaba diciendo algo?, si es algo
que me decía no recuerdo lo que era, pero así como un niño en su inocencia no
sabe mentir, yo recuerdo que estaba convencido de ello, recuerdo el sentimiento
de frustración al no obtener el reconocimiento de parte de la gente adulta, a
la que yo creía incapaces de equivocarse.
Quien sabe, pero
según me cuenta mi madre al respecto, el día en que hubo el terremoto del 91,
yo estaba muy inquieto ese día escuchando el suelo, me cuentan que estaba
pegado al suelo más que de costumbre, me cuenta que afanosamente le decía:
¡Mami
mami, ven escucha el piso, escucha como suena!
Por supuesto que no
recuerdo qué es exactamente lo que estaba escuchando, y por supuesto que nadie
me acompañó a escuchar el suelo, pero esa tarde aconteció aquel terremoto que
dejo en ruinas toda la ciudad, aquel terremoto del año 1991, del que tengo
recuerdos vagos, del suelo temblando, de personas desesperadas, de muros y
casas derrumbándose, perros aullando, gritos desesperados, los árboles
bailando, el estruendo de tejas golpeando el suelo, gritos en la lejanía…
Posteriormente, todo había quedado en ruinas, fue un terremoto muy devastador
para la época.
Desde entonces nunca
más volví a pegar los oídos al suelo e intentar escuchar como sonaba allá abajo,
tal vez sugestionado por esas personas adultas, diciéndome una y otra vez lo ridículo
que era, tal vez por las penalidades que nos tocó vivir los días posteriores al
gran terremoto, es que dejé de hacer aquello, igual no era gran cosa decían, con
el tiempo lo olvidé o hicieron que lo olvidara, a veces pienso que llegué a
perder esa conexión con el universo, cuando comencé a crecer y a aprender lo
que a todo niño le enseñan en las escuelas, dejé de usar mi imaginación para
dar paso al sentido común.
Perdí ese código que
me permitía entender el universo, y que de niño escuchaba, y que ahora se ve
muy improbable que lo vuelva a tener. Me volví uno más de todos aquellos que no
entienden lo que les rodea.
Quién sabe si era
solo cosa de niños, o dejé que muriera en mí, aquella parte mía que me permitía
conectarme con la obra del creador.