Hay poemas que
aún no he escrito pero no creo que lleguen a escribirse, aun no hay el amor que
haya fundido todos los miedos y los temores que invaden mi ser, todo lo que un
día yo quería hacer, ahora está muerto por la indiferencia de quien un día fue
para mí la llama más resplandeciente de mi cielo, de mis sueños, la estrella
que resalta en mi obscuro cielo de mis sueños, y quien su contemplación me
hacía creer nuevamente en el secreto del amor. Pero ahora, yace aquí, el cadáver
de lo que un día fue, sin vida si, pero muerto en vida.
Estoy muerto
en vida… ¡Si sabes lo que siento por ti y te sigues comportando igual que
siempre!
Quién puede
decir que nada es como antes, si yo sé que nada lo es.
Tú, tan
distante, tal vez ya hay un amor que verdaderamente conquistó tu corazón, tal
vez aún no, o tal vez solo te has cerrado a la idea de entregar tu alma por
miedo a que un corazón tan puro como el tuyo, sea nuevamente pisoteado y salgas
con tantas heridas de ese juego cruel en que estamos involucrados.
No lo sé, pero
es cierto que no podemos esperar a que todo sea una panacea para nuestros males
del alma y corazón. Aún así, no te negaré que sea cual sea la posición de mi
cuerpo, siempre está arrodillado frente a ti.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario