Cuando más creemos que somos invulnerables a enamorarnos,
más rápido nos terminamos enamorando, a veces llega uno a esa etapa de su vida
donde cree que ya es momento de comenzar a escribir el capítulo de su vida
donde se avizore el preludio del "y para toda la vida".
Con una mezcla de vergüenza, temor, derrotismo y alegría,
me atrevería a decir con una gran carga de sentimientos encontrados, que siento
que estoy llegando a ese momento.
¿Por qué precisamente me llegó a suceder, a mí,
precisamente a mí que no creía en el amor, y que había perdido las esperanzas
de amar a alguien más que no sea yo?, creo que al parecer no soy tan diferente
a las demás personas. ¿Pero quién me dijo que si lo era?
Pensando las cosas, yo no vine precisamente del espacio
en una nave sideral ni baje del cielo rodeado de ángeles, ni salí de una
factoría, ni llegué aquí a través de un portal desde una desconocida dimensión.
Nací como todos, así que era lógico que me enamorara como
todos, a pesar de querer parecer duro de
sentimientos, no pude evitar volver a sucumbir ante su mirada, esa misma mirada
irradiadora de una potente luminosidad cósmica capaz de someter hasta al
corazón más resignado como era el mío antes de conocerla. Después de todo yo no
era tan diferente al resto como me trataba de auto engañar, envolviéndome tras
un aura de inaccesibilidad a mi corazón, después de todo, terminé siendo el
mismo enamoradizo que de niño fui, terminé volviendo a ser aquel chiquillo
ingenuo e ilusorio que soñaba con encontrar a su doncella, y vivir feliz hasta
los restos de mis días, como en los cuentos de hadas. Aunque ya hace mucho que
senté cabeza sobre el axioma de que las historias con finales felices, son solo
comunes historias incompletas.
Pues bien, no soy de los que les gusta abrirse a lo que
pienso, y no soy de a los que les gusta decir cursilerías, pero este es un
momento en que no me importa nada de lo que pensaba antes, y quiero ser poeta,
quiero dedicar canciones, quiero expresar lo bien que me siento mientras soy un
un maldito y patético templado de mierda... Si, eso es, quiero decirlo, gritar
que estoy enamorado, pero lo triste de todo es que no estoy enamorado de nadie.
Vaya paradoja!!!!
Lo que quiero decir es que quiero sentir que en mi vida
hay alguien en quien piense, alguien que me inspire a escribir cosas bonitas, y
no hay quien.
Emocionalmente me siento como alguien que solo quiere
tener sexo, sin pensar en una persona específica. Solo que interpolado a mis
emociones y sentimientos, siento necesidad de tener una chica a quien querer, a
quién amar, a quien poner en el pedestal de mi corazón y tenerla como la reina
de mi vida.
En realidad eso no quiere decir que no haya una chica en
mi vida, o muchas, pues eso no tiene nada que ver, pues verán, cualquiera puede
tener a una chica, pero amor, vaya que el amor es otra cosa, y créanme que por
más mujeres que hayan pasado por mi vida, ninguna (a excepción de mi primer y
único amor que aún me inspira) me ha inspirado a querer escribir poemitas de
amor, y no es que se diga de mi “que bruto pero que poeta” solo digo que si tuviera
a una chica lo suficientemente especial como para inspirarme a escribir, puedo
elaborar aceptables intentos de poesía, siempre y cuando, repito, encuentre una
bella chica que me inspire a hacerlo.
Por ejemplo, una de las veces en las que estaba enamorado
de una chica (enamorado de verdad), caí en la cursilería, en la poesía y en el
romanticismo, y le escribí un poema, al que consideraba el mayor logro de mi
creatividad y genio, tanto así que llegué a creer que un poema de esa magnitud,
no merecía serle entregado a una maldita traidora y tramposa como era esa chica
que me inspiró a escribirle eso.
Las mujeres son malvadas a veces, crueles y jugadoras,
pero no todas son así, por lo menos no todas, pues hay quienes son un ángel de
Dios, y el único demonio termino siendo yo.
Una de mis relaciones, a las que terminé odiando hasta
hoy, fue una que también me inspiró.
Ahora estoy falto de inspiración para escribir cosas
románticas, creo que nadie sacude mi mundo con tan contundencia como para sentirme
iluminado por las letras y ponerme romántico colocando una foto al lado derecho
de mi monitor y al mirarla dar un suspiro y ponerme a escribir las cosas más
lindas que puede salir de mi ya retorcido cerebro.
Ahora por ejemplo si quisiera, me pondría a escribir
sobre lo típico que escribo, es decir mis locuras lúcidas, pero eso me hace ver
que no avanzo en nada a crear mi catarsis, y no quiero nada.
Quiero un amor, un verdadero amor, una cura, un elemento
que me equilibre emocionalmente, quiero un segundo primer amor, porque luego de
mi primer amor, todos fueron una humillante defecación en la cara por parte del
destino a mis inocentes sentimientos.
Pero no pienso deprimirme por unas cuantas jugadoras
insensibles incomprensibles y egoístas que sin piedad tomaron mi corazón, lo
estrujaron, lo desangraron y lo arrojaron al piso, lo escupieron lo pisotearon
y se lo dieron a los perros, sin importarles lo que el pobre chico enamorado
pudiera sentir.
– Eres un maldito despechado.
Si, ya escucho eso, pero aunque creo que puedo serlo, no
me considero despechado aún, podría jurar por cada cabello de la cabeza de mi
padre, que yo tal vez en alguna ocasión tuve la culpa, no tanto por mi
desempeño sexual, sino que emocionalmente yo no las llenaba, o me tocaban tan
cabezas huecas y tan puritanas que el que no se sentía complacido era yo, y las
cambié por otras más fáciles y eso a ellas no les gustó, y bueno, por esas
cosillas tan insignificantes me mandaron a volar y me dejaron, y yo pobre
enamorado, solo me fui a llorar por ahí.
No entiendo por qué no entienden que yo necesito cierta
variedad, y ellas también.
El problema es que los hombres nos enamoramos de lo que
vemos, mientras ellas se enamoran de lo que escuchan, así que ese es el motivo
por el que ellas se maquillan, y nosotros mentimos.