martes, 1 de septiembre de 2020

CARTA

Bien, vamos a ver, escribiré una carta para decirle algo, no sé qué exactamente, un adiós definitivo sin que suene a ello, debe ser breve, conciso y no debo extenderlo por párrafos y párrafos en explicaciones y detalles como me gustaría, para hacerle entender toda la tormenta de emociones que causó en mí; extenderlo tanto resultaría aburrido, pesado y tal vez le desecharía antes de llegar a la mitad, debo por eso decirlo en síntesis… muy bien, mente despejada, aquí vamos.

Hola, desde antes que tú me conocieras, yo te vi, e impulsado por una fuerza incomprensible me aventure a conocerte más allá de lo que mis ojos miraban, e iba descubriendo poco a poco a la persona que eres, esa que se oculta a los ojos de los demás.

Cuando llegó el día de por fin conocerte, me fascinó la violencia con que destruirse toda mi tristeza. Nunca antes me había sucedido algo similar, tu mirada, tu voz, todo en ti, toda tu complejidad y misterio algo que me hipnotizó.

Decidí seguir a tu lado, no solo porque me hacías feliz, sino por qué ante ti, no tenía que fingir, podía contarte todo y sabía que me entenderías sin juzgarme, aunque era consiente al igual que tú, que el tiempo estaba en nuestra contra.

No sé lo que seguirá cuando yo me vaya, pero quiero hacer de este presente, el mejor momento para los dos.

Puedes pensar lo que quieras de mí, pero no que esto era para mí un juego.

 

Y Sonreía sin darme cuenta.

Maldición, que estupidez más grande, no se merece que le escriba ni una sola palabra, si es verdad que siento todo lo que escribí, pero estoy siendo condescendiente, no lo vale, no se ha ganado el merecimiento, pero pondré mejor esta carta en mi blog, sin jamás mencionar a su destinatario… que piense lo que quiera, de todas formas no nos volveremos a ver.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario