martes, 20 de marzo de 2018

PRINCIPIO COSMOLOGICO




¿Crees que eres únic@, que eres especial, que eres el ser más importante del mundo, que sin ti nada sería igual? ¿Crees que tus pensamientos y deseos son tan poderosos que pueden canalizarse e inducir al universo a complacerte?

Te tengo malas noticias.

Baja de las nubes. Deja de creerte especial. No eres nadie, Nadie es especial, Todos somos unos Parguelas, Es inútil, nada importa, Al universo le suda nuestro bienestar.
Nuestras insignificantes vidas de simios en comparación con la inmensidad del universo, no valen nada. La mera existencia es sufrimiento.
Nadie existe a propósito, nadie pertenece a ningún lugar, todos vamos a morir, ven a ver la televisión.
Nada tiene significado, nada significa nada, pero no estoy del todo de acuerdo con ello, aunque sé que todo lo anterior es cierto, porque el pensamiento de que nada significa nada, por más exacto que sea, no nos va a llevar a ningún lado. El planeta está muriendo, el sol, explotando, el universo se está enfriando, nada va a importar, mientras más atrás miremos más perdurara la verdad.
Pero cuando haces zoom a la tierra, cuando te enfocas en tu familia, en un ser amado, cuando te enfocas en un cerebro humano, en una niñez y experiencias, encuentras todas esas cosas que en verdad importan.
Más allá de hacer cualquier juicio moral, ten en cuenta que al final del día, cuando ya se haya acabado la fiesta, nos hace falta alguien en quien reposar los brazos, y quien nos alivie los golpes de la vida, alguien con quien compartir el final del camino.
En definitiva, aunque al universo no le importemos, tener a quien amar, hará llevadero nuestro existir, el sufrimiento propio de nuestra existencia, será adormecido teniendo a alguien a quien amar.
 Y aprender a amar, a permitirse entregar el corazón, ahí donde la razón no ocupa ningún lugar, es un desafío que muchos no quieren afrontar. Hace falta que sin la lógica aplicada, entendamos que importante es abrirse al otro y permitir que él también nos abrigue con las alas del amor. No todo en la vida es a base de cálculo y lógica, a veces vale la pena apostar ciegamente al amor.

Sé que has sufrido bastante, tal vez muchas veces te han roto el corazón cuando has entregado todo sin ser retribuid@, y te han pagado mal por todo lo que has dado, y a cambio, no recibiste más que lo aceptable, tal vez hasta ni siquiera un mínimo porcentaje de todo lo entregado, puede ser que con uno o dos golpes has perdido la fe en el amor, el dolor que has sentido ha sido suficiente para resignarte. Los golpes, caídas, las lágrimas, el dolor, el sufrimiento. Las punzadas constantes en el corazón tal vez te haya disuadido de seguir intentándolo, de abrazar la soledad en lugar de seguir intentando encontrar aquél misterio llamado amor… Pero tengo que decirte algo, el Amor no es algo que está ahí, en algún lugar esperando, al que solamente puedes alcanzar sólo con estirar la mano y cogerlo. Encontrarlo es el gran reto de nuestra existencia, su búsqueda es una travesía que el universo nos pone para que podamos alcanzar aquel premio, para que podamos hacer llevadero toda la vicisitud que va a estar ligada nuestra existencia. Sobrellevar esta existencia es pesado, pero alguien a quien amar y besar al final del día, alivianará ese peso.
Pero así como mientras más grande haya sido el dolor, las decepciones y el sufrimiento por buscarlo, mucho más grande será la recompensa por haberlo encontrado; el gran reto de nuestra existencia es la conquista de nosotros mismos, es hallar aquella persona que nos va a complementar.
Y si, La búsqueda del amor, es un laberinto de camino espinoso, muchas veces te puedes equivocar de camino y salir lastimado, pero la única manera de avanzar es dejando el pasado atrás, y no dejar de caminar.

domingo, 4 de marzo de 2018

CUESTIONAMIENTO CONSTANTE


      A veces despierto, y aun es de madrugada, otras ya hace mucho tiempo que amaneció, no siempre duermo lo suficiente, a veces poco, a veces demasiado, pero sin embargo, hay un cuestionamiento constante en cada despertar, ¿y si llegara un día en que nunca más despierte?
Si la conciencia te atormenta, aprende a extirparla, dice una voz, si el dolor te mata aprende a vivir con ella, la negación puede ser mala, pero a veces necesaria para hallar la paz, aprender a no ser consiente que morimos por dentro, nos ayuda a seguir viviendo por fuera, a sentir la calma que afanosamente intenta de alejarse de nosotros.
      A veces, siendo de madrugada, o una noche común y corriente, tratando de no mirar más el caos que los humanos creamos, echo un vistazo al firmamento.
Las estrellas son las únicas fuentes de luz que alumbran mis miedos, ellas están cerca mío todo el tiempo, y aunque no las pueda ver, sé que están allá, luchando como yo, contra la obscuridad que cierne el vacío, en la inmensidad de lo inconmensurable, luchando contra la entropía del universo, pero al final, como todo, terminarán muriendo. Pero lo bello de la existencia, es que es cíclica, las estrellas moribundas darán vida a quizás a nuevas estrellas y planetas, o quizás terminarán colapsando en un agujero negro que se convertirá en la analogía de la muerte cósmica.
      Pero yo, no deberé cerrar el círculo, mi cuerpo debe ser dador de vida, morir y ser enterrado en un bosque, que sobre mi tumba sea sembrado un árbol, de profundas raíces y frondosa copa, donde las aves construyan sus nidos, y a donde las abejas vayan a recolectar el néctar de las flores, un árbol donde las hormigas caminen, y donde los animales o alguna persona encuentre sombra y cobijo, un árbol que recicle mi parte corpórea, mientras mi alma, bueno, no estoy seguro que pasará con ella, o si no es una ilusión, o solo algo que está directamente ligado a mi cuerpo, que al morir, mi alma dejará de existir, como un programa de computadora, que al descomponerse la máquina, el software morirá con ella.
      Pero también, a pesar de todo lo malo que nos toca vivir, hay algo que es innegable, puede que la muerte sea un enigma, como una singularidad, pero la vida es hermosa, y el hecho de tener que lidiar con la muerte, con ese final del camino, hace que su brevedad sea hermosa, pensar en la vida sin que exista la muerte debe ser peor de frustrante, como se decía que los Dioses Griegos, envidiaban a los mortales, porque los observaban tan frágiles, y cualquier eventualidad podía acabar con ellos, y ser conscientes de ello les hacía aprender a valorar cada cosa del mundo, mientras que ellos, los inmortales, conscientes de que no gozaban del fin de su existencia, estaban condenados a ver pasar frente a si a generaciones tras generaciones de hombres que nacían y morían, y en su aburrimiento, solo les quedaba, usando al destino para entretenerse viendo como los mortales pasan pericias, que a fin de pasarlas, o morían en el intento, o sobrevivían, pero que a pesar de todo, en algún momento también morirían. La muerte era lo único ajeno a los dioses, por eso nos miraban con envidia.
      La vida y la muerte son dos estados de la existencia, sin vida no hay muerte, y sin muerte no nace nueva vida, aprender a amar la vida, y a no temerle a la muerte nos llena de paz interior, puede que todo tenga un propósito, o tal vez nada lo tenga, y sea ésta nuestra oportunidad de ser protagonistas de un único lapso de tiempo que tenemos de estar vivos, ser felices y disfrutar, porque después de nosotros, le tocará a alguien más gozar de la experiencia de la vida.