Amor sincero te quiero dar, pero
al hacerlo habré bajado todos mis escudos y mi coraza, estaré a tu merced,
vulnerable ante ti, si decides lastimarme, no hallarás resistencia en mí, te
daré el poder de que tus palabras me lastimen o me hagan sonreír, tendrás el
poder de alegrar mis días o sumirlos en uno gris, podrás hacerme sonreír con un
simple mensaje tuyo o mantener mi tristeza cuando no reciba nada en todo el
día, someterás mi resistencia de hacer cosas que no me gustan pero a ti si, de
ver una serie que se me hace aburrida pero que se volverá entretenida si la
veré junto a ti, de reírme de tus chistes aunque me parezcan tontos o
repetitivos con tal de que me veas reír contigo; cederé a las cursilerías, y te
haré tarjetas, te escribiré cartas, regalarte chocolates, hare collages de
nuestras fotos, comprarte y regalarte peluches, cenas con velas y vino, te
regalaré una mascota, te dedicaré canciones, te contaré mis sueños y te diré
que te vi en ellos aunque no recuerde lo que soñé, te cantaré en un Karaoke sin
importarme el miedo al ridículo, te llevare a juntos contemplar un cielo azul o
uno nublado, y hablaremos sobre las figuras que podamos divisar en las abstractas formas de las nubes,
contemplaremos atardeceres en medio de profundas charlas, miraremos un cielo
estrellado esperando un día ser parte de ellas, imaginando que un día fuimos
parte de una, mirar desde lo alto de una montaña a la luna en todo su
esplendor, y besarnos con ella como testigo.
Sí, todo eso haré por ti, te daré
el poder de hacerme feliz con tu felicidad, aunque yo no sea parte de ella.
Serás quien podrá lastimarme con
un arma que nadie más tendrá: Mi amor hacia ti.
Lograrás que con pocas frases
hacer que en mis insomnios esté ahogándome en lágrimas.
Harás que el no saber de ti, me
mantenga en el fondo de un abismo de angustias y en una tormenta de ansiedad.
Te daré la máxima prioridad en mi
vida, sobre el resto, te pondré muy en lo alto de mi escaparate, te haré
protagonista de mis pensamientos.
Todo eso te daré, y en cuando
llegue el día que no me sienta amado y correspondido, no importando que tanto
te haya dejado ver todos los colores en el espectro de mi alma, partiré, y
algún día entenderás a lo que le diste la espalda y te lamentarás por tu
superficialidad y falta de visión, pero entonces será tarde porque me habré ido,
si ido, y jamás regresaré.