Un pequeño recuerdo de un breve viaje en solitario.
A veces, la simple contemplación satisface más que cualquier droga; al observar grandes distancias, entramos en sincronía con nuestro yo interior, establecemos una conexión con nuestro subconsciente y se cataliza una profunda introspección conducente a una reveladora epifanía, que te permite convertirte en parte del todo, y te marchas de ahí con más de lo que venías.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario