jueves, 17 de julio de 2014

SOBRE EL DESEO

Decía buda que la causa del sufrimiento humano es el deseo... Sufrimos por lo que deseamos y no conseguimos.
Deseamos el amor de una persona y al no tenerlo sufrimos. Deseamos una vida de lujo y si no vivimos esa vida sufrimos. Deseamos lealtad de las personas, fidelidad de las personas, abundancia de nuestros bienes, dicha de nuestro porvenir, la carne prohibida, honradez de nuestros líderes, sabiduría de nuestros guías, paciencia de nuestros jefes y tantas cosas más, pero como en esta vida no podemos tener todo lo que queremos, he ahí la causa del sufrimiento humano, sufrimos por aquello que no tenemos en lugar de alegrarnos por lo que no nos falta. No hay pecado, ni bien ni mal, solo lo que hace bien al hombre y lo que lo perjudica.
Si pudiésemos suprimir el deseo, encontraríamos la verdadera dicha absoluta, la paz interior, al no desear nada, neutralizaremos el efecto negativo que nos causa el designio de la providencia de darnos solo lo necesario y lo que en verdad merecemos.
Aplicando un poco la dialéctica Hegeliana, diría que toda la historia de la humanidad se ha caracterizado por una constante confrontación entre los deseos de las clases sociales: La de las clases dominantes por desear mantener sus privilegios, y la de las clases oprimidas por su deseo de salir de su miseria.
Los grandes crímenes y manifestaciones violentas tanto de naciones como de individuos, muestran un único patrón, y es el mismo, el deseo de querer algo que a otro le pertenece y uno no tiene.
Guerras santas, inquisiciones, conquistas del nuevo mundo, etc…
Entonces surgió papá Noel Marx y nos regaló su Manifiesto del Partido Comunista y su Das Kapital, que básicamente entendía aunque con otra interpretación el mismo asunto. El comunismo del cual él fue su gran teórico, propugnaba que quitando los individualismos, y eliminando las clases sociales, y al estar todos en iguales condiciones, nadie podría desear lo que el otro, que si todos tendríamos lo mismo, nadie desearía lo ajeno, trataron de crear a un hombre nuevo.
Pero estudiando la historia en mis ratos libres, buscando conocer el porqué de las cosas, me di cuenta de que no existe el hombre nuevo, el hombre siempre será hombre, los comunistas trataron de crear una sociedad perfecta en donde nadie tuviera nada que desear nada de su prójimo, pero siempre habrá algo que desear, una amistad, una sonrisa, un amor, algo que el otro tendrá y del que desearemos adueñarnos.
Llego a la conclusión de que la causa de todo dolor es el deseo, el mismo al que Buda definió como causal de todo sufrimiento humano.
Sin tan solo pudiera eliminarlo, no tuviera nada por lo que sufrir, viviría en paz, sin querer más bienes materiales, sería feliz viviendo con lo necesario, con lo básico para vivir.
Eventualmente, compruebo que esa eliminación del molesto deseo me da paz por ejemplo(mi deseo de sexo deja de atormentarme una vez saciado), y creo que si lo eliminara totalmente cualquier necesidad no básica, sería muy feliz solo con lo necesario.
Ahora que conozco otra fórmula para ser feliz, y es simplemente no desear nada, si nada deseo, significa que viviré feliz por que seré un hombre realizado. Pero me falta descubrir la manera, aunque creo que si vuelvo a buda, la manera seria la meditación para buscar ese estado de anulación del deseo llamado NIRVANA, pero creo que eso equivaldría a convertirme al budismo, y ciertamente no "deseo" traicionar mi catolicismo.
Me recuerda a una canción de uno de los grupos que me gustaba escuchar en mi época universitaria RAMMSTEIN,  especialmente mi tema favorito de esa banda que más me gustaba escuchar, se llamaba Keine Lust, que en español significaría algo así como “sin deseo”. La letra al igual que su videoclip mostraba a un hombre que no sentía deseo sexual a pesar que dos bombones trataban de excitarle dándose un sensual beso lésbico que me hizo alucinar por días.
No viene al caso, no sé si buda tenía razón al pensar que el deseo es la causa de la infelicidad del hombre, y la causa también de su denigración cuando obsesivamente persigue alcanzar la satisfacción de ese deseo que por dentro lo consume, aunque eso le conlleve a cometer según cada persona sea violaciones por el deseo sexual, robo, corrupción, estafas, etc. por deseos materiales, infidelidades por deseos carnales,  eso conlleva a que sufran las víctimas de tales actos egoístas.
Y muchas veces somos también infelices por reprimir aquello que deseamos.
El ejemplo más típico es el del tipo que vive infeliz por que desea una mayor remuneración por su trabajo.
Todos tenemos implantados en nosotros el chip de la ambición. Por ejemplo un tipo que tiene un sueldo, y vive su vida con las cuentas ajustadas, y cree que ganando más sus problemas financieros se solucionarán, y sucede que cuando su suelo le es aumentado, sus gastos aumentan por su deseo de querer vivir cada vez mejor, y nuevamente se encuentra en lo mismo, en los aprietos financieros en los que se hallaba al inicio.
No importa cuanto tengamos, el hombre siempre tendrá deseos de más y más, y eso le crea el síndrome de la frustración y el nunca ver cumplidos sus ambiciones cada vez más altas, cada vez más inalcanzables, cada vez más interminables.
En el término emocional, pues lo mismo, ocultamos ante los demás lo que deseamos ser, por miedo a la opinión de los demás.
La mayoría de personas, tratamos de adaptarnos a lo socialmente aceptable, para encajar y ser aislados de la manada, tenemos que ser como la mayoría a pesar que dentro nuestro deseemos ser nosotros mismos. Muchas personas viven una vida de frustración interna por tratar de seguir alineados a dogmas políticos y religiosos.
El sexo aunque es algo natural de la condición biológica del ser humano, está prohibida por la religión más que para fines reproductivos, pero no se nos permite disfrutar del sexo. Y esa contradicción de los que reniegan de su sexualidad por moralidades impuestas (ojo que la moralidad es solo un término que trata de regular nuestra naturaleza sexual), hace que una persona por dentro se destruya reprimiendo lo que más desea.
Y bueno tampoco estoy seguro de si el budismo tiene el mismo estatus que una religión, pero si sé que las religiones también piensan aunque de manera implícita de que el deseo es la causa de todo mal en el hombre y causante de la denigración espiritual, al usar la religión términos como tentación o pecado, pero que llevando al mismo contexto humano, practico y materialista, coincide en lo mismo que decía ese agradable chinito obeso llamado Buda.

Pero como ya venía diciendo, sigo sin saber cómo eliminar el deseo sin necesidad de satisfacerlo, esa pregunta me ha taladrado el cerebro desde que despierto cada día deseando tenerla a mi lado una vez más, besarla y acariciar su suave piel, sentir su aroma, y lo que más deseo de ella: su cuerpo. Quitad el deseo de mi camino, y mi sendero a la felicidad quedará libre para continuar con mi vida sin más complicaciones.

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