martes, 3 de diciembre de 2013

MI SIEMPRE FIEL FIRMAMENTO

Hoy estoy deseando mucho mientras en una noche lóbrega me encuentro en este inhóspito paraje, abrazado por montañas bordeado por un rio dador y arrebatador de vida cuando es subestimado por sus ingenuos habitantes. Aquí es a donde la providencia me ha enviado a pasar una etapa de mi vida, una vida es similar a la de un animal salvaje en cautiverio, cuyas celdas confinan su espíritu libre.

El sol es el mismo, el firmamento, las nubes, la luna y las estrellas, son lo único familiar a cualquier parte que vaya, los que siempre me acompañan cuando voy alternando entre diferentes lugares, al llegar a cada tierra nueva, veo caras desconocidas, lugares desconocidos, idiomas extraños, costumbres diferentes, pero son las estrellas las que me son familiar a cualquier lugar a donde vaya, ellos están cerca de mi todo el tiempo, son esos astros a tan infinita distancia los que me acompañan mucho más incluso que las personas.
En casa siempre encuentro la seguridad emocional y la paz, pues es donde formé mis ideales y dónde fueron impresos la mayor cantidad de mis recuerdos, donde obtuve la experiencia previa al resto de mi vida, donde me siento como pez en el agua, pero por designios superiores a mi voluntad debo abandonar mi terruño, y viajo, y viajo lejos y voy a lugares lejanos, inhóspitos a veces, y la nostalgia como siempre es mi única inseparable compañía, a veces acompañado de la soledad.
No importa a donde vaya, lejos de mi casa, muy lejos de mi añorada ciudad veo caras desconocidas, lugares desconocidos, idiomas extraños, costumbres diferentes, todo es desconocido para mí, todo diferente para mí, pero lo único que me hace sentir al menos en la calidez de casa, es ese pedazo de hogar que tiene siempre el firmamento sobre mi.
A pesar de todo, me he ido dando cuenta de que poco a poco he ido perdiendo la costumbre de echarme boca arriba y observar el firmamento, ver aquellos puntos brillar, ver los misterios que aún no conozco, mirar con mis propios ojos, miles de ojos que parecen observarnos, a nosotros, es una lástima que haya dejado de hacerlo, porque cuando me sentía tan mal, y cuando el mundo parecía empecinarse en querer aplastarme, solía correr a lo más alto posible, tirarme en el suelo boca arriba, y observar, simplemente observar las estrellas.
¿Por qué deje de mirar al cielo?, creo que por dejarme llevar por cosas más superficiales que consumen mi tiempo como por ejemplo el trabajo, principalmente el trabajo que me ha hecho más frio y preocupado solo por cumplir un rol específico. Ya casi no tengo tiempo para pensar cosas más profundas como antes que estaba más desocupado. Mis ratos libres son pocos, pero los empleo en otras actividades de ocio, y ahora que me acuerdo, ya van años desde la última vez que me tiré al piso boca arriba a simplemente observar y observar, en una de esas observaciones, recuerdo que si tenía suerte podía ver una estrella fugaz y me apresuraba a pedir un deseo.
Mi abuelo solía decirme, que cuando miraba al cielo, se acordaba de mí, y cuando miraba mi cara, se acordaba del cielo, que las pecas de mi rostro le recordaba el cielo estrellado. Ahora mi abuelo quizá forma parte de ese firmamento. No es poco lo que el observar el firmamento ha hecho para estimularme a preguntarme que hay más allá.

Lo bueno de todo está en que tomo conciencia de mi desconsideración a ese cielo, y esos astros que fueron testigos de cada importante acontecimiento de la historia de nuestra humanidad, y aún les queda centurias para ser testigos de épocas venideras. Solo somos un parpadeo en el espacio y aun así nuestra arrogancia es tan grande como insignificante nuestro lugar en el universo. Esos cuerpos celestes me han visto crecer, con ellos crecí, y con ellos moriré, y ellos seguirán existiendo luego de muerto, y mi alma ascenderá a Dios donde sea que él se encuentre. La vida es tan peculiar y es tan deductivo que nuestro rol en el mundo después de todo es y siempre será no más que uno de trascendencia local, por más grande que podamos creerlo. "luna tu que conoces el secreto detrás de la verdad", tu que has escuchado los secretos de los enamorados, ¿Has escuchado los de ella, la has escuchado repetir al aire un nombre, has escuchado quien es dueña de su corazón, me ha nombrado en una de sus charlas contigo, te ha comentado sus sueños, acaso podrías servir, tu gran luna de intermediario entre nosotros?. Luna si tan solo pudieras responderme, cuantas preguntas más te haría, tantas que te seguiría alrededor del mundo para que nunca el día me aleje de ti.

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