jueves, 3 de septiembre de 2020

IDEALIZACIÓN

 

Me odias porque soy tan igual a ti, porque no quieres admitir que odias que en el fondo seas como yo soy. Odias que sea el reflejo de lo que más detestas en ti. Pero lo que más te atormenta, es que llegaste a amarme con todo, incluso con lo que de mi más odias, aquel lado obscuro que no quieres en mí, pero que vive en ti.

No obstante, el cielo y la tierra van girando y ni tu ni yo los podemos detener, soy lo que no quiero ser, pero te amé aun así.

Dame lo que tú quieres que posea para estar junto a ti, llévate lo que no quieres que yo tenga, destruye lo que quieras que de mi te molesta, en este punto estoy a tus pies, tu amor me ha sometido, si quieres destruirme para volver a construirme, puedes hacerlo, desde que posees en su totalidad mi corazón, posees mi vida y mi alma, lo que sea que te haga feliz y te haga amarme con seguridad, estoy dispuesto a hacerlo por ti, nada de lo que pueda perder se compara con lo que ganaré amándote y que me ames. A veces amar significa renunciar a todo, para tenerlo todo.

Buscaba en un ideal la felicidad, pero no quize aceptar que ese ideal solo estaba en mi mente. Yo amaba una idea, mi "Honey", no quería creer que "Honey" era como cualquier ser humano, igual que yo. En mi mente lo revestí de un ser de virtudes incorruptibles, y lo amé por ello, y al colisionar la idealización con la realidad, me destruyó en un principio.

Tuve que lidiar que “Honey” no cambió, sino que cambió mi noción de “Honey”.

Somos infelices cuando idealizamos a las personas que queremos, y luego nos damos cuenta que la persona idealizada no es tan perfecta como imaginamos. Solemos echarle la culpa diciéndole que nos ha decepcionado, pero hacemos el ridículo ante sus ojos y ante los ojos de los demás, porque no queremos admitir que estábamos siguiendo una sombra, amando y siguiendo un espejismo de amor perfecto en el desierto de nuestra soledad con nuestra sed de amor, nos hizo enamorarnos de alguien en todas sus perfecciones y que al llegar a su lado, al tocarle, toda la perfección se desvaneció y quedó solo un ser humano como nosotros, con sus debilidades e inseguridades, virtudes y defectos. Algunos reniegan tercamente de esta nueva persona real e imperfecta que descubren al tocar, culpando al destino y a la mala fortuna por sus desaciertos para enamorarse, por sentirse engañados todo el tiempo por las personas, sin darse cuenta que de quién es en verdad el problema, es de ellos mismos por creer en espejismos.

Pero si alguien sensato, sabio y de gran corazón, se propone a amar a esa nueva persona que tiene enfrente y ya sin el halo de perfección, será el más dichoso del mundo, porque quien aprende a amar a alguien imperfecto, se aprenderá a amar a sí mismo, y si en verdad ansia la felicidad auténtica, sabe que debe aprender a amar a ese alguien real, imperfecto pero auténtico.

Pues quienes buscan la persona ideal, terminarán solos, por qué van tras el arcoíris y al llegar al final no encontrarán nada.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario