Me odias
porque soy tan igual a ti, porque no quieres admitir que odias que en el fondo
seas como yo soy. Odias que sea el reflejo de lo que más detestas en ti. Pero
lo que más te atormenta, es que llegaste a amarme con todo, incluso con lo que
de mi más odias, aquel lado obscuro que no quieres en mí, pero que vive en ti.
No obstante,
el cielo y la tierra van girando y ni tu ni yo los podemos detener, soy lo que
no quiero ser, pero te amé aun así.
Dame lo que tú
quieres que posea para estar junto a ti, llévate lo que no quieres que yo
tenga, destruye lo que quieras que de mi te molesta, en este punto estoy a tus
pies, tu amor me ha sometido, si quieres destruirme para volver a construirme,
puedes hacerlo, desde que posees en su totalidad mi corazón, posees mi vida y
mi alma, lo que sea que te haga feliz y te haga amarme con seguridad, estoy
dispuesto a hacerlo por ti, nada de lo que pueda perder se compara con lo que
ganaré amándote y que me ames. A veces amar significa renunciar a todo, para
tenerlo todo.
Buscaba en un
ideal la felicidad, pero no quize aceptar que ese ideal solo estaba en mi
mente. Yo amaba una idea, mi "Honey", no quería creer que
"Honey" era como cualquier ser humano, igual que yo. En mi mente lo
revestí de un ser de virtudes incorruptibles, y lo amé por ello, y al
colisionar la idealización con la realidad, me destruyó en un principio.
Tuve que
lidiar que “Honey” no cambió, sino que cambió mi noción de “Honey”.
Somos
infelices cuando idealizamos a las personas que queremos, y luego nos damos
cuenta que la persona idealizada no es tan perfecta como imaginamos. Solemos
echarle la culpa diciéndole que nos ha decepcionado, pero hacemos el ridículo
ante sus ojos y ante los ojos de los demás, porque no queremos admitir que
estábamos siguiendo una sombra, amando y siguiendo un espejismo de amor
perfecto en el desierto de nuestra soledad con nuestra sed de amor, nos hizo
enamorarnos de alguien en todas sus perfecciones y que al llegar a su lado, al
tocarle, toda la perfección se desvaneció y quedó solo un ser humano como
nosotros, con sus debilidades e inseguridades, virtudes y defectos. Algunos
reniegan tercamente de esta nueva persona real e imperfecta que descubren al
tocar, culpando al destino y a la mala fortuna por sus desaciertos para
enamorarse, por sentirse engañados todo el tiempo por las personas, sin darse
cuenta que de quién es en verdad el problema, es de ellos mismos por creer en
espejismos.
Pero si
alguien sensato, sabio y de gran corazón, se propone a amar a esa nueva persona
que tiene enfrente y ya sin el halo de perfección, será el más dichoso del
mundo, porque quien aprende a amar a alguien imperfecto, se aprenderá a amar a sí
mismo, y si en verdad ansia la felicidad auténtica, sabe que debe aprender a
amar a ese alguien real, imperfecto pero auténtico.
Pues quienes
buscan la persona ideal, terminarán solos, por qué van tras el arcoíris y al
llegar al final no encontrarán nada.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario