La amistad es
lo único que te puede ayudar a sobrellevar las peores tormentas emocionales, la
vida es impredecible, uno no sabe en qué momento llegará aquel golpe contundente
y devastador de la vida que nos tumbará en cama hasta el borde de la
desesperación, cuando el peso de la tristeza nos impida seguir adelante, hay
amigos que con su apoyo emocional, nos elevarán con sus alas por encima de la
tormenta, y nos devolverán a tierra firme con el espíritu fortalecido para
seguir adelante… No obstante, hay que saber diferenciar los que son nuestros “Amigos”
de los que se dicen llamar amigos.
Amigos son
aquellos que están dispuestos a escucharte y a concederte su tiempo y paciencia
para que sean una voz al otro lado del auricular para que sin juzgarte escuchen
tus problemas, y sin reírse de ellos, te digan que todo estará bien, tal vez
aportar un consejo, o clarificarte y sincerarse contigo respecto a tus posibles
errores y equivocaciones que te llevaron a la situación en que te encuentras.
Los que se
dicen ser amigos, son aquellos que solamente te llaman para contarte sus
problemas, para matar su aburrimiento en una tarde de soledad, y a quienes
escuchas pacientemente, te ríes con ellos, compartes su alegría, tratas de
aportar un poco de alegría o sabor a su momento, o hacer que una hora se les
pase volando. Mas cuando necesites ese tiempo recíproco, y les llamas esperando
contarles tu mal pesar, esperando que al haber dado tu tiempo, ellos también
cederían el suyo. Pero es cuando descubres, que cuando los necesitas, no están
disponibles, cuando necesitas desahogarte te dan la espalda, y cuando pasa el
tiempo, nuevamente quieren hablar contigo, ignorando el desplante que tuvieron
contigo, fingiendo que todo sería igual, minimizando el hecho de no haberse
dado el tiempo de ecucharte, dando excusas a veces absurdas del porqué no
tuvieron tiempo para uno.
Pero lo bueno
de la vida es que te enseña, cada día es un aprendizaje, hay personas que valen
la pena, otras que solo están por conveniencia, y las que valen la pena, llegan
a contarse por pocos, solamente se llegan a contar con una mano. Antes creía
que tal afirmación era demasiado pesimista, pero ahora la realidad confirma el
saber popular.
Hay cosas que
quieres compartir con alguien, sentimientos que quieres dejar fluir, a veces
por teléfono a veces con persona presente, aun así, hay que ser cautelosos, hay
momentos en que los verdaderos amigos no están del todo disponibles para escucharte
a detalle como deberías, debes estar seguro de tener el foco de atención hacia
ti, preguntarles si en ese momento están agobiados en otros pensamientos que
puedan distraerlo en plena disertación de tus sentimientos, si es así, hay que
recalcarles que es urgente lo que debes contarle, y que cuando estén en total disponibilidad
de tener su total atención en ti, sabes que te devolverán la llamada. Sabes que
son tus Amigos, porque sabes que se preocupan por ti.
Años de vida difícil
y dura, me ha permitido con orgullo, afirmar que tengo mis incondicionales
amigos y amigas, con quienes sé que puedo confiar a pesar de todo, que a pesar
de sentirme en el fondo, puedo contar en todo momento con ellos, sé que no me
defraudarán, porque con el tiempo han mostrado ser tan geniales como puedo
esperar que sean, son perfectos como son, por la perfección ideal no existe, porque
si alguien fuera perfecto, ese alguien necesitaría mejorar en nada y en ningún
aspecto, y si no necesita mejorar, no puede ser humano, por que el ser humano
es una amalgama de materia y alma que constantemente va creciendo,
evolucionando y mejorando, y los amigos van en el mismo camino de uno, hacia el
crecimiento personal y el gran viaje de encontrarse a uno mismo.
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