lunes, 12 de diciembre de 2016

MUERE DÍA A DÍA


Puedes conquistar a cualquiera con un poema, pero no puedes retenerla con poemas, ni siquiera con un movimiento de poesía. El amor que una vez emergió de dos almas heridas, que se elevó como una brisa tibia hacia la cercanía de las estrellas, poco a poco fue marchitándose, fue solo un sueño, y con el tiempo uno aprende que los sueños no tienen dedos, tienen puños y a veces golpean fuerte y contundente hasta hacernos despertar de la manera más dura del adormecimiento, y solo así nos damos cuenta que estar solos nos hace más fuertes. Quiero creer que conocernos no fue cuestión de suerte ni azar. Las casualidades no existen. A la hora de la verdad todo está escrito.

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