viernes, 11 de diciembre de 2015

GRACIAS A DIOS QUE NO CAÍ EN MAYOR TENTACIÓN


Esta noche creo que estoy avanzando por senderos oscuros de inopinadas circunstancias aleatorias conducentes a lo mismo. ¿Qué quiero decir?, pues no tengo idea, a veces solamente me dejo llevar y solo observo la pantalla sin fijarme lo que escribo en piloto automático. A veces solamente me salen cosas inertes y sin sentido que por las rebuscadas palabras que suelo usar le dan un tono de genialidad y al no encontrárselas sentido, pareciera que es algo digno de un genio, cuando en verdad solo son cosas que salen de la espontaneidad.
Pero bueno, ¿Que hago ahora?, pues estoy recostado en mi cama pensando diversas cosas, estuve navegando un rato por internet pero como siempre, me aburrió, decidí venir a mi habitación a hacer algo útil con mi tiempo, como leer un libro por ejemplo.
Así que llegué a mi cuarto y busqué entre los libros alguno que me pueda llamar la atención.
Ahí vi a “El Hombre Mediocre” de José Ingenieros pero me pareció que no era momento de enredos existencialistas en estos momentos, así que por ahí mire el grueso libro de Goethe, FAUSTO, y me dije, aunque también trata sobre existencialismo, es existencialismo hecho novela, y así es más entretenido que leer un largo ensayo sin trama ni argumento.
Para poner ambiente pues puse música, una que me permitiera leer, así que pare en mi reproductor el álbum NEVERMIND que se estaba reproduciendo, por uno más apto para la lectura, como por ejemplo a pink Floyd. El álbum que escogí a reproducir fue ANIMALS (me fascina este álbum). Pero al oírlo, se me quitaron las ganas de leer, la atmósfera que ponían esas canciones tan oscuras en el aire, me inspiraron a escribir y pues aquí estoy nuevamente dejando salir mi espíritu que se transmuta en ideas que yo transcribo, mientras el libro de fausto está a un lado de mi cama, acompañando a mi almohada como cabecera.
Bueno creo que es un buen momento para un desfogue mental que a veces es necesario para equilibrar mi alter ego que, si no lo dejo salir, temo que se pueda adueñar de todo mi ser y eso puede que no tenga consecuencias positivas en mi estilo de vida algo moldeada solo para encajar en la sociedad a la que me niego a pertenecer... Somos como aves volando en un cielo encadenado aunque solo vemos las rejas de nuestra celda, y aunque otros se nieguen a admitir que somos esclavos, yo no encuentro manera de escapar de ella, salvo que todo sea reducido a cenizas como reza el viejo dicho de que la sociedad perfecta debe resurgir de las cenizas de la sociedad que dejo de existir… No se asusten, solo son mis pensamientos, en el fondo creo que soy inofensivo.
A veces creo que todo puede ser más útil si las cosas no fueran tan complicadas, pero si así fuera creo que me moriría de aburrimiento ya que tendría poco que hacer, porque lo admito, que las cosas complicadas son las que me mantienen ocupado y entretenido la mayor parte del tiempo... Si no tuviera mucho que hacer creo que me habría dejado llevar de lleno por el mundo de las drogas, que gracias a dios o a mis no tan malos amigos no fue posible que ahora me halle en una esquina con capucha negra y moviendo la cabeza tal cual típico autista,... Felizmente que no caí tan bajo.

Creo que es momento de contar una anécdota un poco polémica, que me sucedió una vez con un hermano mío (aquel que me invita marihuana no es mi amigo sino mi hermano)

Recuerdo, que una vez buscando un lugar tranquilo para despegar de la realidad fuimos a un deshabitado lugar muy alejado de la ciudad para meternos un troncho.
Todo iba de normalidad, el armando el material, hasta que de un momento, le vi sacar un envoltorio de periódico, y en él vi un polvillo color mostaza, yo solo miré sin preguntar. Mi ingenuidad estaba a un nivel un poco peligroso entonces.
Él, mirándome a los ojos me dijo: "eh, hay que mejorar este bate mira lo que tengo, ¿Le echamos?" no sabía lo que me quería decir, al mismo tiempo mi curiosidad me hizo decirle que bueno, ya que.
Yo no sabía que eso era CRACK, llamado más comúnmente como queso, o Miky que agregado  a la hierba hacia que el efecto sea más alucinante aún.
Y le vi agregarle un poco de aquello, y luego él le dio el primer pitaso, yo le seguí, y vaya que fue un placer inigualable, tanto que aun escribiéndolo no recuerdo qué fue lo que sentí, solamente recuerdo que fue algo muy anonadantemente buenazo.
Luego de esa experiencia, no volvimos a repetir ese ritual sino hasta luego de un mes.

El tema importante de todo esto es que un día le dije a ese hermano mío que se me antojaba nuevamente ese combinado explosivo, pero el enfáticamente me dijo que no.
Me dijo que eso causaba una adicción casi inmediata, y que si bien el me lo ofreció solo una vez, él no tenía intención de volver a repetirlo, y me recomendaba que yo tampoco. Luego me quedé intrigado por lo que me dijo, y me puse a investigar por ahí acerca de lo que probé en esas dos ocasiones.
Averiguando por ahí, por tipos que conocían perfectamente el submundo, me di cuenta que esa combinación tenía el potencial de que cayera en adicción y de haber sido ese amigo mío uno de los que habrían accedido a mi pedido, creo que habría continuado vez tras vez hasta volverme el típico caso de un chico drogadicto.
Precisamente, eso que él y yo probamos en aquellas dos oportunidades, es lo que consumen aquellos drogadictos que vemos tirados en las calles, delgados y pálidos denigrados hasta el nivel medio entre una cadáver y un ser vivo.
Tengo un vecino que es consumidor de esa droga y su vida y estado es muy lamentable, él no tuvo esa clase de amigo que me puso un pare.
Si solo quizá, me hubiera juntado con ese vecino del que me refiero (y que ahora último supe que la policía le detuvo por delincuente), quizá habría terminado como él, sería yo el típico chico que arruinó su vida, sus estudios, perdió su familia y todo eso que seguro ya todos saben.
Al menos tengo la suerte de haber estado por lo menos en unos breves momentos, en el zapato de los drogadictos, claro que nunca llegué a sentir sus penalidades, pero interpolando lo bien que me sentí, y viendo que yo quería volver a probarlo, no quiero ni solo pensarlo que habría sido de mi vida, si un amigo equivocado me hubiera ofrecido de esa droga; al menos yo, en unas dos únicas ocasiones, estuve en las puertas de convertirme en un drogadicto.
Tal vez sin familia sin amigos robando por ahí, demacrado y sin trabajo, sería un hombre mediocre entre mediocres en palabras de José ingenieros, y tal vez si Hitler o Stalin o Mao fueran mis gobernantes ya me hubieran limpiado de la sociedad...
Aunque creo que igual se habrían desecho de mí, porque mi manera de pensar es contrario a lo que ellos habrían querido imponerme... Pues como siempre llego a lo mismo.
El cielo es el mismo, estoy un día más cercano a la muerte, la vida es solo un largo sueño y la muerte, pues tal vez sea solo el despertar de este sueño. No le temo a la muerte, sino a la forma en que voy a morir.

Creo que no haber caído en ese bajo sub-mundo, me ha hecho reflexionar que tal vez, Dios tiene un plan mayor para mí, y no quiso que lo arruinara con algo tan bajo, así que eso me hace querer seguir andando, seguir adelante, y caminar buscando mi destino.


Prefiero y mil veces, la marihuana, podrá ser todo lo que quieran, podrán decir todo lo que quieran, pero la única verdad es que a diferencia de cualquier otra droga legal o ilegal, la marihuana al menos, no causa adicción fisiológica, y eso es un punto a favor para alguien que eventualmente, muy eventualmente lo consume con fines recreativos, pero sin crearme una dependencia, aunque admito que siendo más joven, si era un consumidor frecuente, y dejarlo de consumir como ahora ya no la pruebo, fue algo que pude llevarlo sin problema alguno. Tomen eso malditos puritanos conservadores!!!

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