Cuando rezamos, evocamos la
intervención de un Dios al que no comprendemos, la mayoría de personas cree
conocer a la versión de ese Dios idealizado por la religión que profesa y a través
de la cual se le fue presentado, ese Dios ha sido llamado por muchos nombres,
Yavhé, Alá, Zeus, Ra, Vishnú, cada versión de ese Dios fue idealizado y
representado de diferentes maneras según la cultura donde fue creada la
religión en que nació. La religión fue usada como instrumento de control e instrumento
político para los distintos fines de las élites gobernantes, con la cual les
fue posible subyugar a los hombres de una jerarquía inferior, y al servicio del
poder de facto.
Pero Dios, el verdadero Dios, es
un ente aún no comprendido, un ente desconocido para el entendimiento limitado
de los humanos, alguien que se ha manifestado ante los hombres de diferentes
tiempos y culturas, pero que no ha sido comprendido dada su complejidad y la
limitada percepción de la realidad por parte de los humanos, no es descabellado
notar las cualidades humanas que los hombres le han conferido a esa Deidad, ese
Dios, del cual desconocemos su verdadero nombre y su naturaleza, quizás no es
el tirano que según las religiones nos prohíbe hacer esto o aquello, no está en
contra del amor verdadero, no nos prohíbe matar ni tener sexo, pero nos regaló
la conciencia de nuestra existencia y nuestro ser, y nos regaló la capacidad de
darnos cuenta por nosotros mismos de qué es lo malo y qué es lo bueno, según lo
que nos haga sentir plenos y satisfechos con nosotros mismos.
Amar nos llena de plenitud, el
asesinato nos llena de remordimiento, es nuestra conciencia lo que nos dicta lo
correcto, Dios no nos lo prohíbe, así como el amor no está prohibido, pues
depende de nosotros mismos el amar o el no amar, ¿A qué se inclinará
naturalmente una persona con conciencia plena?
Dios es amor, el Dios verdadero,
no el dios de las Religiones que es parcialmente explicado.
Cuando el hombre no podía ver más
allá de lo que sus ojos le permitían, creían que Dios estaba en el cielo,
cuando pudimos ver más allá de las estrellas, seguimos sin encontrarlo, antes
bien quedamos sorprendidos por la vastedad del espacio, y absortos por nuestra
insignificancia frente a un universo igual de desconocido.
¿Dónde está Dios?, Dios está
presente en todos lados, es la fuerza que mantiene en equilibrio el todo, puede
que no tenga una forma comprensible, pero tiene conciencia, es el que gobierna
el Todo. Dios es amor, no discrimina, no selecciona, no condena, no prohíbe, no
salva, nos deja a nosotros mismos el camino para hallar la felicidad, y la
felicidad más grande es el amor, y no hay cosa más grande que motive al ser
humano, que ese sentimiento cuyo mecanismo de funcionamiento, Dios ha
encriptado en nuestro cerebro en forma de reacciones químicas que se desatan
por la liberación de la Oxitocina al cerebro. El que los hombres vayamos
descubriendo poco a poco la estructura arquitectónica del universo, no
desmerece la existencia del Creador.
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