Siento el temor por lo que
llegará a pasar con nosotros una vez que llegue el inevitable final entre lo
que hemos construido, yo no quiero que llegue ese día, pero a veces el querer
no basta, lo inevitable no se puede evitar, llegará el día en que cada uno
tomará caminos separados, y yo deberé partir de nuevo de este lugar.
Las cosas que estamos viviendo,
buenas o malas, están cincelando en mi memoria recuerdos que nunca podrán ser
borrados, que nunca querré borrarlas, que me impedirán dejar de amarle cuando
llegue el momento de olvidar, cuando me dé cuenta que el amor que siento, no es
suficiente para mantener a flote una relación que en el futuro llegará a
deteriorarse por el mayor enemigo de todo lo que quisiéramos no acabase nunca:
EL TIEMPO.
Ahora, no puedo dejar de
pensarle, llega a alegrar cada momento de mi día, no he sido más feliz en mi
vida desde que le amo, no había notado que se ha convertido en parte
fundamental de mi vida desde que me di cuenta que le amo con todo.
Se ha convertido en mi todo,
cuando nos despedimos, cuando nos decimos adiós, a pesar que sé que solamente
es un hasta luego, siento que me es arrebatado el cielo, que mi mundo pierde
algo sustancial, y no puedo evitar sentir su ausencia, sentir que me falta algo
importante, ese factor que es mi común denominador, aquella constante que
equilibra la ecuación de mi vida, el elemento que necesito en mi existencia, mi
alma muere cuando no está, mi espíritu resucita cuando le vuelvo a tener frente
a mí.
Dónde ha quedado mi estabilidad,
mi autonomía emocional, ha quedado enlazado en su persona, mi ser tiene
conexión con su ser, una conexión invisible, enlazados por el amor mutuo que
sentimos.
Y aunque peco de optimista a pesar
que sé que lo nuestro no llegará tal vez a un buen término, no puedo evitar
planear mi futuro a su lado, puedo visualizar mi vida a diez y veinte años a su
lado, contemplando hermosos atardeceres juntos, y regocijándonos en cada
amanecer al despertar uno junto del otro, día tras día de manera
ininterrumpida.
Yo lo que siento es un amor
genuino, pero a la vez comprendo que esto no durará para siempre, los amores
imposibles son los más intensos, pero no se llamarían imposibles si fueran
posibles, y solo me resigno a vivir el presente, sabiendo que el futuro no es
para nada prometedor.
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