sábado, 23 de julio de 2016

JOVEN ANARQUISTA



Nadie sabe lo que se siente, ser un chico triste, solitario, forzando sus emociones para aparentar ser una persona diferente a lo que es, respondiendo constantemente lo que la sociedad acepta como respuesta, haciendo creer a las masas que comparte su absurdo pensamiento, sonriendo al enemigo, abrazando a quienes aborrecemos, diciendo te quiero a quien odiamos, resulta triste caer bien a quien nos cae mal.
Pero no podemos decir lo que pensamos ni actuar como nuestro ideal manda, en una sociedad idiotizada, corrompida, sin alma, individualista, acostumbrada al conformismo, incentivada a no protestar, a decir siempre si a lo que sus soberanos mandan, los soberanos ahora no tienen rostro, los gobernantes ya no gobiernan, están sometidos al amo que rige este mundo, un amo omnipotente, presente en todos lados, que mueve a todos, que mata a muchos, que destruye a muchos, arrasa ecosistemas, naciones, personas, vida, salud. Ese amo, es el dios de este mundo, pero es real, es palpable, es tangible, está detrás de todo, tiene un nombre, y una parte está en los bolsillos de cada uno, hasta del que escribe esto.
No es un dios espiritual, pero si real, al que escucha la gente, el que pone de rodillas a los gobiernos, el que determina la felicidad, el que acaba con la felicidad. A pesar de todos conocer su parte negativa, nadie puede salirse de sus garras, nos tiene atados a cada uno en sus redes, somos adictos al dinero.
Lo más que hacen unos solo es protestar, indignarse y nunca actuar, ese ejemplo no seguiremos… los gritos se pierden en el viento, mas las acciones perduran en la posteridad, y logran algo. Por eso, basta de alzar la voz, que callen todos los alborotadores, y charlatanes. que callen las voces, que griten las armas, que se enfríen las gargantas de los oradores, que enrojezcan los cañones, que los panfletos sean leña que fundan el acero de los rifles, no más discursos, que inicie la revolución social, que comience la guerra de clases, y que esta vez el anarquismo pelee con todo, pues en esta nueva lucha, o el anarquismo es destruido, o es el que conducirá el destino de nuestra especie, del planeta y del porvenir, la historia tiene reservadas sus páginas para nosotros. No pararemos, iremos  tras la victoria, no hay marcha atrás, Rendirse es imposible.
No retrocederemos, no desistiremos, no nos rendiremos, en esta nueva guerra, la humanidad bajo el ideal del anarquismo contra el capitalismo, lucharán tan aguerridamente para demostrar quien merece sobrevivir a este mundo y a la posteridad.
Pero solo yo, y pocos más, somos conscientes de esto.

Tantos humanos, casi toda la muchedumbre, arrodillado ante su dios, el dinero, idiotizados y corrompida hasta su razón, mientras yo disconforme conmigo mismo, disconforme con el mundo, porque nadie comprenderá jamás el gran sueño que llevo en mi, sueño no convencional, porque en mi corazón yo llevo un mundo nuevo.

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